Sha'Carri Richadson da primer golpe en la lucha por el título de "reina" de la velocidad

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Redacción deportes, 16 jul (EFE).- La estadounidense Sha'Carri Richardson dio el primer golpe en la pelea por el título de "reina" de la velocidad en los próximos Mundiales de Budapest, tras imponerse este domingo a la jamaicana Shericka Richardson en la final de los 100 metros de la reunión de Silesia (Polonia), octava cita de la Liga de Diamante.

Tras retarse en la distancia la semana pasada, en la que Jackson arrebató con un crono de 10.65 segundos la mejor marca mundial del año a Richardson, que horas antes se había aupado a al primera plaza de la clasificación con un registro de 10.71, este domingo ambas atletas se encontraron frente a frente en el estadio Silesia de Chorzow.

Un duelo de que salió victoriosa la atleta estadounidense que se alzó con el triunfo con un tiempo de 10.76 segundos, tras una espectacular remontada en los metro finales.

De hecho, a falta de veinticinco metros para la conclusión la victoria parecía destinada a la jamaicana Shericka Jackson, que realizó una mejor puesta en escena que su rival estadounidense.

Pero Sha' Carri Richardson no estaba dispuesta a perder su primera carrera de los 100 metros en la presente temporada y con un sensacional reacción final arrebató la primera plaza a Jackson, que debió conformarse con el segundo puesto con un crono de 10.78 segundos, dos centésimas más que la estadounidense.

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EL SUDAFRICANO SIMBINA SORPRENDE A KERLEY Y CHARLESTON

Quien no pudo evitar encajar su primera derrota del curso en la prueba del hectómetro fue el estadounidense Fred Kerley, vigente campeón del mundo de la distancia, que debió conformarse con la segunda plaza, tras verse sorprendido por el sudafricano Akani Simbine.

Pese a que todas las miradas estaban puestas en el duelo entre Kerley y su compatriota Cravont Charleston, el inesperado ganador de los "trials" estadounidenses, la victoria fue para Simbine con un crono de 9.97 segundos, una centésima menos que Kerley.

Todo un aviso del sudafricano, cuarto en los Juegos Olímpicos de Tokio y quinto en los pasados Mundiales de Eugene, que dejó claro tanto a Kerley como a Charleston, cuarto con 9.99 segundos, que si quieren lograr el oro en los Mundiales de Budapest no pueden cometer ni el más mínimo error.

DUPLANTIS SE DEBE "CONFORMAR" CON 6,01 METROS

Un triunfo y una medalla de oro que parece destinada en Budapest en la prueba de salto con pértiga al sueco Armand Duplantis, el vigente campeón olímpico y mundial, que se impuso en Silesia con un mejor intento de 6,01.

Marca que sería un logro superlativo para cualquier pertiguista pero no para Duplantis, que en esta ocasión no tuvo opción de asaltar su propio récord del mundo de 6,22 metros, tras fallar en sus tres tentativas sobre 6,13.

Tampoco necesitó acercarse a su plusmarca universal, los 23,56 metros que lanzó el pasado mes de mayo, el estadounidense Ryan Crouser, que se impuso en la final de lanzamiento de peso con un mejor intento de 22,55 metros.

BARSHIM Y TAMBERI AFINAN CON VISTAS A BUDAPEST

Si las victorias de Duplantis y Crouser en los Mundiales de Budapest se dan casi por descontadas, la lucha por la medalla de oro en la final de salto de altura será, por los visto este domingo en la reunión de Silesia, un mano a mano entre el catarí Mutaz Essa Barshim y el italiano Gianmarco Tamberi.

A diferencia de lo ocurrido en los Juegos Olímpicos de Tokio, en los que ambos atletas compartieron el oro con 2,37 metros, en esta ocasión el triunfo fue en solitario para el saltador catarí con una altura de 2,36, la mejor marca mundial del año.

Barshim, que este año apenas había participado en dos concurso, superó en tres centímetros el hasta ahora mejor registro del curso, los 2,33 que compartían el australiano Joel Baden y el estadounidense JuVaughn Harrison.

Un ejemplo de que el catarí, que saltó a la primera los 2,36, esta dispuesto a encadenar en Budapest su cuarto título consecutivo de campeón mundial, tras los oros conquistados en Londres 2017, Doha 2019 y Eugene 2022, con el permiso, eso sí, de su rival y amigo Gianmarco Tamberi, segundo en Silesia con 2,34 metros.