“La principal excusa para nosotros es la música”, expresó Irma Orrego, quien integra el comité de apoyo de la orquesta, enmarcada en el proyecto “H2O Sonidos de Ñemby”. Es que la agrupación, conformada por unos 80 niños y jóvenes, además de sus actividades musicales se dedica a trabajar para la recuperación del cauce hídrico del arroyo Pa’i Ñu.
Orrego detalló que desde el 2014 vienen trabajando en este proyecto, que les permitió obtener varios aliados y llegar a 529 jóvenes de ocho instituciones educativas.
Subrayó que, a través de la música, se impulsan todos estos valores transversales para constituir una mejor sociedad.
Desde hace 14 años, el programa “Sonidos de la Tierra” trabaja en Ñemby, ofreciendo clases todos los sábados en las instalaciones del Colegio Pablo Patricio Bogarín.
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Esta noche se podrán escuchar instrumentos tradicionales de cuerda como violines y violonchelos, así como los instrumentos sustentables, elaborados a partir de botellas, caños y otros elementos vinculados al agua.
En el marco del concierto, que contará con varios invitados sorpresa, también se expondrán los trabajos realizados por los colegios adheridos a este proyecto ambiental, que incentiva la participación ciudadana.
Adán Aquino (19), violinista de la orquesta, subrayó la importancia que ha tenido para él la música, desde que comenzó en el proyecto hace seis años. “La música fue un cambio exagerado para mi vida. No tenía inspiración y después la música me abrió tantas puertas y me permitió ver qué tan posibles son las cosas”, expresó.
Jesús González (19) también destacó la importancia que ha tenido este proyecto, ya que ahora busca convertirse en un músico profesional. “Si te gusta, no hay límites, se llega muy alto”, dijo.