Reconocido en el mundo artístico como “la voz del Paraguay”, Óscar Gómez fue un destacado cantante nacido en Concepción el 21 de marzo de 1948. Cursó sus estudios primarios y secundarios en Argentina, y se inició allí en el canto al participar en peñas.
Al regresar al Paraguay abrió con el músico Santiago Medina un espacio musical de donde surgieron figuras de la música paraguaya. Debutó como solista con la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Asunción en 1974.
Su primer disco “Kerasy” fue grabado en Buenos Aires, en homenaje al cincuentenario de la guarania, en 1976. En los 80 participó en importantes festivales del país y del exterior. Recibió, en 1992 la distinción “Recuerdo de Ypacaraí” del famoso Festival del Lago.
En 1996 formó parte del grupo Paraguay 2000 junto a renombradas figuras. Fue muy elogiado por la calidad de su timbre vocal, según menciona Serafín Francia Campos en “Autores y artistas paraguayos”.
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También grabó discos como “La voz de mi patria” o “Canciones para mamá”, para ABC Color, junto con Lobito Martínez. Justamente el hermano de este, Lobo Martínez, colega y amigo, expresó que con la partida de Gómez “se cierra un ciclo brillante que conoció la música paraguaya”. Recordó su gran actuación en el Festival de Cosquín, a fines de 1970, con una importante delegación que incluía a Eladio Martínez, Cristino Báez Monges, Juan Cancio Barreto y Marcos Brizuela.
Consideró que la vida de Gómez marcó un antes y un después, y resaltó su versión de “Che Pykasumi”, que llegó a oídos de Joan Manuel Serrat, inmortalizando este también el tema creado por Eladio. “Va quedando poca gente de esta generación. La música paraguaya sufre una pérdida irreparable”, concluyó.
También colegas como Ricardo Flecha, Susana Zaldívar, Marlene Sosa Lugo, lo recordaron con cariño.