Si antes teníamos solo películas muy berretas y cine de autor, hoy tenemos una mayor variedad de género. “Los padecientes”, por ejemplo, es una sorpresa: un thriller psicológico basado en un libro best seller. Filme interesante en su planteo, entretenido, a pesar de algunos diálogos artificiales y una que otra actuación forzada.
Benjamín Vicuña encarna esta vez a un psicoanalista exitoso, autor de varios bestsellers de éxito. A su consultorio llega una joven hermosa (Eugenia Suárez) que le cuenta que su hermano ha asesinado a su padre. El joven padece de trastornos psicológicos y ella le solicita que lo declare inimputable.
El psicoanalista comprueba que el joven no puede ir a una cárcel, la clínica donde está es lo mejor para él, pero no está seguro de que sea el asesino. El fallecido era un empresario que estaba metido en negocios muy turbios y vinculado a gente de mucho poder que no quiere que se sepa que es lo que realmente ocurrió.
La película se ha nutrido de todas las características del suspenso. Hay algo de Hitchcock y también del film noir, solo que esta vez no tenemos a un detective sino a un psicólogo. Tal vez uno descubra quien es el asesino pronto, pero lo interesante es el proceso.
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El filme llega a ser una manera fácil y hasta didáctica de mostrar como el psicólogo busca la verdad, aquella que no dice directamente, sino la que se siente, la que emerge de las rendijas de lo inconsciente.
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