La segunda Copa América

La conquista de Lima, en 1953, fue el punto culminante de un decenio de triunfos y de glorias. Desde el Campeonato Sudamericano de 1946 en adelante, se sucedieron hechos fantásticos que, inexorablemente tenían que concluir en un campeonato.

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Conste que a lo largo de cuatro campeonatos sudamericanos, y una Copa del Mundo, el equipo fue mutando hasta llegar a 1953 con solamente un "veterano", Manuel Gavilán, que debutó con la Albirroja en la Copa Chevallier Boutell de 1945. En 1979, contando con buenos equipos y grandes jugadores, Paraguay confirmó estar en su mejor momento, al lograr su segunda Copa América. Ese fue un año espectacular para el fútbol paraguayo. Olimpia y Sol de América se habían clasificado para la Copa Libertadores, pero, además, Cerro Porteño y Libertad tenían buenísimos jugadores, por lo cual formar una selección no era difícil. Más bien costaba decidirse qué jugadores utilizar, dada la gran cantidad de excelentes futbolistas en cada puesto. Y como a la hora de empezar a jugar, ya Olimpia había ganado la Copa Libertadores, lo lógico era respaldar a ese equipo con uno o dos injertos.

Y así fue… pero no por mucho tiempo.

Primera vuelta: El torneo se jugó en tres series. La de Paraguay estaba integrada por Ecuador y Uruguay. El debut fue contra Ecuador, en Quito, el 29 de agosto de 1979. Ranulfo Miranda, el DT elegido para el efecto, nominó a 8 jugadores de Olimpia, a 2 de Cerro Porteño y 1 de Libertad para formar el equipo: "Gato" Fernández, Solalinde, Paredes, Cristín Cibils y Torales; Luis Torres (Arecio Colmán), Carlos Kiese (Aldo Florentín), y Hugo Talavera; Isasi, Enrique Villalba y Aquino. Ganamos 2-1 con goles de Talavera y Solalinde. Pero para el juego de vuelta, en Asunción, ya no se pudo contar con los de Olimpia que se fueron a jugar por la Copa Interamericana.
   
Por tanto, el equipo fue totalmente diferente. Los elegidos fueron: Fernández; Alejandrino Arce, Ovelar, Cibils y Juan Bautista Torales; Osorio, Florentín y Romerito; Fleitas (Escobar), Meza (Isidro Sandoval) y Eugenio Morel. Fue una nueva victoria, por 2:0, el 13 de setiembre, con goles de Eugenio Morel y Adalberto Escobar. Fue también el debut de Romerito en la selección mayor. Paraguay, con cuatro puntos (entonces se otorgaban 2 por cada victoria), encabezaba el grupo y se aprestaba a medir a Uruguay.

Los charrúas habían empatado en Ecuador y cuando los enfrentamos, el 20 de setiembre, lo teníamos todo a favor, pues bastaba un triunfo en casa para avanzar a las semifinales. Sin embargo, fue un insulso empate 0-0,  con un equipo en el que se mezclaron los que integraron los dos primeros juegos notándose la reaparición de los olimpistas Torres, Talavera e Isasi, y el debut del solense Isabelino Acosta comandando el ataque. Se fue el partido y con él las ilusiones. El solo pensar que la serie debía definirse en el Centenario, significaba que había que esperar un milagro y los milagros, en el fútbol, son muy escasos. Para mayor desgracia ese partido marcado para el 26 de setiembre lo íbamos a afrontar con un cuarto equipo, en el que muchas caras nuevas tendrían la responsabilidad de sacar las castañas del fuego.

Nos bastaba un empate, pero Uruguay sabía que tenía que salir a ganar y Ranulfo Miranda armó el mejor equipo que pudo, con: Alcides Báez; Juan Espínola, Cibils, Juan Manuel Villalba y Torales; Tito Vera, Florentín y Pesoa (Romerito); Isabelino Acosta, Milciades Morel y Eugenio Morel. Los uruguayos se adelantaron dos veces en el marcador, y dos veces empató Eugenio Morel y pasamos a las semifinales. El rival: Brasil.

Semifinales: También Se clasificaron Brasil y Chile, más Perú, el último campeón. A la hora de empezar a jugar, ya no se hablaba tanto de los jugadores de Olimpia pues los que los habían reemplazado, habían rendido muy bien. Romerito y Florentín eran verdaderas revelaciones. La noche en que Paraguay y Brasil se enfrentaron en Sajonia, el 24 de octubre de 1979, los chilenos eliminaban al último campeón, Perú.   

Pocas veces hubo tanta gente en el Defensores como aquella vez. Eugenio Morel marcó "el mejor gol del siglo". Fue un poema de plasticidad y potencia; de violencia y eficacia, al impactar de chilena un centro de Evaristo Isasi y vencer a Leao. Digno de ser plasmado en una tela inmortal de algún pintor célebre. ¡Qué golazo! Por sí solo, bastó para justificar la noche y hasta la Copa misma. Ganamos, 2-1, con otro gol de Hugo Talavera y aguantamos el segundo tiempo a un timorato equipo brasileño que solo tuvo en Palinha al factor desequilibrante. Jugaron: Fernández, Espínola, Cibils, F. Sosa y Torales (Romerito); Florentín, Kiese y Talavera; Isasi, M. Morel (Pesoa) y E. Morel.

El 31 de octubre, Paraguay logró pasar a la final con un empate sensacional, en el mismísimo Maracaná. Como en el Centenario, igualamos dos veces: primero por medio de Milciades Morel, tras la apertura de Falcao, y cuando los "rapái" con el gol de Sócrates creyeron llegar a la cumbre, Romerito nos regaló la clasificación.

La final: Las finales quedaron marcadas para los días 28 de noviembre y 5 de diciembre. Si hacía falta un tercer partido, se jugaría el 11 de diciembre, en Buenos Aires. El primero fue un partido cómodo, sin complicaciones que concluyó 3-0 en casa. Romerito hizo dos  y el "Tanque" Morel uno. Paraguay alineó a Fernández; Espínola, Paredes (Cibils), F. Sosa y Torales; L. Torres (Florentín), Kiese y Romerito; Isasi, M. Morel y E. Morel.   

Con tranquilidad aparente, fuimos a traer la Copa de Chile. Bastaba un empate. Pero se desató la "tormenta económica" y entre negociaciones, tires y aflojes, se perdió concentración, se perdió de vista el objetivo y se perdió el partido 1-0, y nos obligaron a definir en Buenos Aires, seis días después. Para el segundo encuentro, Paraguay alineó a Fernández; Solalinde, Paredes, F. Sosa y Torales; Romerito, Kiese (Florentín) y Talavera (Cabañas); Isasi, Morel y Morel.

¡Campeón!

El escenario del encuentro final marcado para el 11 de diciembre fue la cancha de Vélez. El crédito obtenido con el 3-0 logrado como local, se transformó en el título, merced a un empate sin goles, en un partido en que el "Gato" Fernández sacó una pelota del ángulo, cuando el partido expiraba. Unos 6.000 paraguayos vibraron en la cancha, y el país entero saludó con júbilo nuestra segunda Copa América. Aquella noche porteña, vistieron la albirroja: Fernández; Espínola, Paredes, Sosa y Torales; Florentín, Kiese y Romerito; Amado Pérez (Cristín Cibils), M. Morel y Aquino (Luis Torres).

El plantel: Arqueros

A lo largo de la campaña, solo dos arqueros cubrieron el arco albirrojo: Roberto Fernández, de Cerro Porteño, quien jugó 8 de los 9 encuentros disputados durante la campaña, y Alcides Báez, de Libertad, jugó el partido restante, contra Uruguay, en Montevideo,   

Defensores

Juan Bautista Torales: El único que jugó todos los partidos completos. Jugaba por Libertad. Roberto Paredes, de Olimpia, proveniente de Sol de América, jugó 5 partidos en la campaña de 1979. Cristín Cibils, de Cerro Porteño, jugó 12 partidos por la selección, 8 de ellos en 1979. Gerónimo Ovelar, también de Cerro Porteño; en su carrera tiene 5 encuentros como juvenil, y 3 en la selección mayor, de los cuales 2 jugó en el equipo campeón. Juan Espínola, de Libertad, cuenta con 21 partidos internacionales, 5 con la selección de 1979. Juan Manuel Villalba, de River Plate, totaliza 4 encuentros con la selección, 1 en la de 1979. Alicio Solalinde, de River pasó a Libertad y ese año, a Olimpia, cuenta 31 presencias con la selección mayor, y 5 con la juvenil, con la cual fue campeón en 1971. En la copa del 79 jugó 2 partidos. Flaminio Sosa, de Olimpia, de 14 partidos internacionales que animó, 4 fueron en esta edición de la Copa América. Alejandrino Arce, único representante de Nacional, jugó un amistoso y 2 partidos como lateral derecho en este equipo. Isidro Sandoval, de Guaraní, cuenta 12 juegos internacionales, 1 en este campeonato.   

Mediocampistas   

Aldo Florentín, de Cerro Porteño. Jugo todos los partidos de la campaña de 1979. Fue el capitán del equipo campeón. Juvencio Osorio, de Cerro Porteño. Otro campeón juvenil de 1971, en cuyo equipo jugó 5 partidos. En la selección mayor se alistó 13 veces, 2 en el campeón de América. Mariano Catalino Pesoa, de Cerro Porteño; 2 de los 8 partidos internacionales que jugó fueron con el campeón. Arecio Colmán, de Libertad, campeón juvenil de 1971 con la cual jugó 4 encuentros. Integró el cuadro campeón solo en el primer partido. Julio César Romero, ídolo de Luqueño, presente en 7 ocasiones en el equipo del 79. Luis Ernesto Torres, otro ex tricolor que se ganó a la hinchada olimpista, jugó 3 partidos.

Carlos Alberto Kiese, de Olimpia, tiene 6 partidos en la Copa del 79. Hugo Ricardo Talavera comenzó en Nacional, pasó a Guaraní y llegó a Cerro Porteño donde brilló; en 1976 pasó a Olimpia. Tiene en su haber 12 presencias internacionales incluyendo 5 juegos en la Copa América de 1979. Tito Prisciliano Vera, otro ex Ríver Plate que brilló en Libertad. Se anotó en 10 encuentros internacionales, uno de los cuales en el equipo campeón.   

Delanteros   
   
Adalberto Jorge Escobar, de Cerro Porteño. Integró la selección juvenil en 6 ocasiones, y la mayor, en 23 partidos. Fue alineado una vez en la Copa América. Roberto Cabañas de Pilar a las inferiores de Cerro Porteño. Con la juvenil del 79 jugó 12 encuentros y debutó en esta Copa con la selección mayor en la que se alineó en un encuentro de las 27 veces que jugó. Pedro Nelson Fleitas, liberteño, cuenta 9 encuentros internacionales, 1 con la selección del 79. Eugenio Morel, de Libertad, jugó 7 de los 15 encuentros internacionales que registra su carrera, autor de goles decisivos para la clasificación. Milciades Morel, de Coronel Oviedo a Libertad, jugó 8 partidos en la juvenil de 1977 y 21 con la selección A. Estuvo en 5 encuentros de la Copa campeona. Evaristo Isasi Colmán, de  Olimpia, cuenta 16 partidos internacionales, 6 en 1979. Enrique Atanasio Villalba, de Olimpia. Seleccionado juvenil en 5 ocasiones, y llamado 13 veces a integrar la selección mayor. Jugó solo el primer encuentro, en Quito. Osvaldo Aquino, campeón juvenil de 1971, con 5 encuentros en su haber. Integró el equipo mayor 20 veces. Jugó el primero y el último partido de 1979. Arsenio Meza Brítez, representante de River en el equipo campeón, jugó un partido de los 4 que en total animó con la selección. Isabelino Acosta, de Sol de América, jugó los únicos dos juegos internacionales de su carrera en esta selección. Amado Pérez Castillo, de Sol de América, jugó de titular en el último encuentro, en Buenos Aires, en total cuenta 5 partidos internacionales.
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