Un reciente informe del Consejo Nacional de Empresas Públicas dependiente del Ministerio de Hacienda al que accedió nuestro diario revela que algunas entidades del Estado registraron millonarias pérdidas y bajísima ejecución de su presupuesto, entre enero y octubre de 2019. El resultado de los dos últimos meses del ejercicio pasado recién lo tendrán en febrero, explicó a ABC Color el titular de la Dirección General de Empresas Públicas, Elvio Brizuela.
En la planilla resalta la Compañía Paraguaya de Comunicaciones (Copaco), presidida por Sante Vallese, con un saldo negativo de G. 29.336 millones. En otro documento figura que en diez meses, Copaco llegó a ejecutar solo la mitad de su presupuesto (51%). La firma había otorgado algunos contratos para cambiar su sistema tecnológico, pero pese a ello no consiguió modernizar sus redes.
Por mandato del Ejecutivo, dejó de gastar US$ 4,5 millones al año en servicio de guardia de seguridad privada. Pero tiene otros gastos. La telefónica del Estado posee un presidente y, además, un directorio que integran cuatro personas (la mayoría del ámbito político). Solo este colegiado provoca una erogación superior a los G. 1000 millones a las arcas de la compañía.
Otra empresa pública deficitaria es la Industria Nacional del Cemento (INC), por la que han pasado tres presidentes desde 2018 (César Bogado, Javier Rodríguez y el actual Ernesto Benítez). La cementera tuvo un déficit de G. 11.972 millones, con una ejecución presupuestaria de apenas 37%.
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La otra empresa en pésima situación económica, según el informe, es Cañas Paraguayas SA (Capasa), con una pérdida económica de G. 1726 millones. Al menos su ejecución presupuestaria hasta octubre alcanzaba el 74%. Esta empresa estatal tiene un presidente y cuatro miembros del directorio que le significan una millonaria carga salarial. La preside Jesús Lara.
La última empresa con pérdidas económicas es Ferrocarriles del Paraguay (Fepasa), cuyo resultado en rojo es lógico puesto que no posee ni un tren a leña. Cada año proyecta inversiones que al final no se concretan. Su supervivencia se debe al alquiler de locales para colocar publicidad y en Encarnación consigue algún dinero por el paso del tren argentino hasta la citada ciudad fronteriza. Según el informe del Consejo de Empresas Públicas, Fepasa registró un saldo rojo de G. 589 millones. Actualmente preside la empresa ferroviaria Lauro Ramírez.
La Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac) registró una ganancia de G. 86.139 millones. Lo paradójico, según su titular, Edgar Melgarejo, es que lo consiguió con menos carga despachada. Mantuvo su tarifa en G. 8000 la hora, pero al pasar las 12 horas, el monto es de G. 100.000 por día.
Subieron tarifas
Los documentos también muestran que dos instituciones públicas lograron superávit. Una de ellas es la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP), presidida por el político colorado, exconcejal departamental de Paraguarí Ramón Catalino Retamozo Delgado. Su ganancia trepó a G. 32.112 millones. El logro se dio mediante el aumento de controles en algunos puertos donde se comprobó que había evasión, por ejemplo Pedro Juan Caballero.
La ANNP modificó una resolución que le permitió elevar hasta el 500% las tasas portuarias, disposición cuestionada por los importadores. Instaló el Sistema Sofía por G. 6000 millones y le paga a la firma SIF América un porcentaje de cada tasa, lo que irá por espacio de dos años.
La Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap) registró un resultado positivo de G. 90.620 millones. Fue gracias al aumento del 22% de su tarifa de agua y 100% de red cloacal. Esta es considerada una de las peores empresas públicas porque llena las calles de caños rotos. De acuerdo a los datos, pierde más de la mitad del agua tratada en Viñas Cue. Produce 440.000 m3 por día (220.000 m3/d no factura).
Copaco, Essap, Capasa y Fepasa son 100% del Estado, pero operan como SA. Pasaron a ser sociedades mediante la Ley 1615/00 “De Reforma del Estado” que buscaba privatizarlas, pero ese plan se suspendió, por Ley 1932/02.
