El proyecto de aumento del impuesto a la soja hay que sepultarlo; ya el productor tiene muchos tributos encima para cargarle aún más, sostuvo el presidente de la Asociación Paraguaya de Productores de Soja, Cereales y Oleaginosas (APS), Eno Michels. “Este es un momento de crisis, hablar de impuestos es totalmente inoportuno, la gente está necesitada y hay que ayudarle, la economía está afectada con el factor covid-19”, dijo ayer a ABC.
Michels comparó con Brasil, donde “desde 1996 no se cobra impuesto a la exportación de soja y a ningún grano, y la agroindustria creció verticalmente y la cadena del agronegocio se benefició enormemente”.
Por otro lado, tenemos el ejemplo de Argentina, añadió, donde cerraron 60.000 empresas por dejar de vender su producción, porque la cadena del agronegocio se ve afectada por las retenciones, “es un ejemplo claro del daño que pueden hacer los impuestos, principalmente cuando llega en momento inoportuno y sin razón”.
“Nosotros pagamos muchos impuestos, en la venta de grano nos retienen, todo lo que usamos en la cadena de la producción se paga impuesto, también está el Impuesto a la Renta, Impuesto a los Dividendos, Inmobiliario y otros más (en total 26,9%), es mentira que el productor no pague impuestos”, resaltó Michels.
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“Fuera de foco”
Pero no es solo en el agro que piensan de esa manera. Hugo Royg, titular de la Cámara Paraguaya de la Bebida, dijo a ABC que el pedido de aumento de impuestos presentado en el Senado “está totalmente fuera de foco, estamos enfrentando dos crisis en simultáneo, sanitaria y económica, en donde son independientes y se refuerzan mutuamente entre las dos”.
“En este momento el foco es salir de la crisis y superar las consecuencias devastadoras que genera en las familias y en las empresas. No es oportuno discutir aumentos de impuestos ahora. El foco es atacar el problema presente y urgente y ver cómo salir de esto todos juntos, con el menor impacto posible para las empresas y las familias. Esto implica mucho esfuerzo colectivo de diálogo. Cuando superemos esta tormenta deberíamos pensar y consensuar en reformar el sector público tanto en ingresos como en gastos”, subrayó y acotó que en todo caso, hablar de esto debe quedar “para más adelante, no ahora”.
Según dijo el empresario, las sociedades evolucionan, los mercados cambian y las relaciones económicas y productivas se reinventan permanentemente. “Por ello, hablar entre todos es el camino. Evitemos que propuestas surgidas por un solo sector productivo, por una persona o por un solo grupo político”, puntualizó.