Dende no observa fundamentos que justifiquen elevar estimación del PIB

Acosta detalló que gran parte del crecimiento de este año se da en sectores que no generan mucho impacto en la gente, como el energético o los agronegocios, que se vieron favorecidos por las lluvias, con una producción agrícola muy buena que contrarrestaron los efectos de la caída de precios.

“Si bien se ven ciertas mejoras en este semestre, aún no vemos elementos que justifiquen cambiar la estimación del 3%”, aseveró. Cabe señalar que recientemente el Banco Central elevó al 3,5% su estimación del PIB y no descarta una nueva revisión al alza a un 4%, con base en mejoras en varios de la economía como las construcciones, las industrias, y ciertos segmentos del comercio.

Sin embargo, Acosta mencionó que hay sectores aún reprimidos como el consumo, el comercio y algunos servicios, que podrían normalizarse en el transcurso de este segundo semestre.

El economista añadió que un 3% no es un mal número considerando la situación de crisis que atraviesan varios de los países del bloque que están en recesión, pero comparando con las economías del Pacífico está dentro del promedio, aunque es bajo comparado con otras economías emergentes similares a la nuestra.

“Personalmente, considero que no podemos conformamos con un 3% o 4% de expansión, no podemos tomarlo como un gran logro tampoco. Tenemos que buscar crecer por encima del 5%, ya que tenemos potencial para llegar a ello”, sostuvo el economista.

Con respecto al 2017, espera que las condiciones sean más alentadoras.

Recuperación notable

Por su parte, el analista Amílcar Ferreira coincidió con las estimaciones del Banco Central. Aseguró que hay una notable recuperación en la actividad económica, con una reactivación de las ventas en varias ramas del comercio, así como en las fronteras. Que era uno de los segmentos que venía más retraído y que está mostrando signos de recuperación.

Principalmente destacó el impulso de las construcciones, esto por una mayor inversión pública en obras de infraestructura, como también del avance de obras privadas, con los edificios corporativos que demandan mano de obra para los diferentes servicios.

No obstante, agregó que hay sectores a los que les cuesta despegar todavía, como por ejemplo el financiero, que está sufriendo por el proceso de reorganización de las carteras de sus clientes que refinanciaron deudas, o tienen una morosidad elevada. “Es un poco todavía el costo de la desaceleración reciente, que viene más retraído en algunas actividades, en este caso afecta a los bancos”, detalló.

En general, Ferreira dijo que el 2016 cerrará bien y cerca del 4%, con un 2017 aún mejor. “Si mejoran la situación de los vecinos (Argentina y Brasil) y sigue la dinámica de la inversión pública y despegan contratos de Alianza Público-Privado, podríamos esperar una expansión del 5% en el 2017” , concluyó.