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Al respecto, el intendente anunció que para ejecutar la obra, que demandará una inversión G. 4.500 millones, se van a depositar en garantía los recursos de royalties en la Bolsa de Valores de Asunción, pero se va a trabajar con el financiamiento del Banco Nacional de Fomento a tres años de plazo. La urgencia del proyecto, que ya fue declarado de interés municipal, se debe a que actualmente unas 15 curtiembres están paradas y sus propietarios, imputados.
Los empresarios, quienes se reunieron con el intendente municipal, abogado Isabelino Silva, y algunos miembros de la Junta Municipal, demostraron interés en adecuarse al proyecto municipal, que se realizará en dos etapas. De manera urgente, se quiere implementar un plan de mitigación ambiental, que consiste en excavar una fosa, cubrir la base con plástico negro y tapar con el mismo material, para evitar que el olor de la fermentación ocasione molestias. Dichos desechos van a ser retirados en cisternas hasta la planta industrial.
La siguiente etapa consistirá en instalar en red, a través de cañerías, todas las curtiembres hasta la planta de tratamiento donde serán procesados los desechos industriales. La obra será adjudicada a la empresa Mercantil SA, cuyos responsables son Carlos Raúl Ayala, Ing. Juan Domaniczky y el Ing. Arturo Aranda.
Los industriales se mostraron interesados en apoyar el emprendimiento, que, de concretarse, daría solución definitiva al problema de contaminación.
La planta tendrá una capacidad para almacenar 5 millones de litros de efluentes, y se va poder procesar un millón de litros por día de desechos. Actualmente, se genera en esta comunidad 320.000 litros de residuos industriales.
Algunos concejales municipales expresaron sus dudas acerca del proyecto.