CIUDAD DEL ESTE (De nuestra redacción regional). La construcción de la imponente infraestructura del Hospital Regional del Instituto de Previsión Social (IPS) de la capital de Alto Paraná culminó el 23 de noviembre del 2017. Costó más de G. 286.000 millones y se presentó como el segundo centro asistencial más grande de la previsional luego del Hospital Central de Asunción.
Sin embargo, desde un principio el proyecto no contempló la dotación de equipamiento y el nosocomio comenzó a operar con aparatos del antiguo centro asistencial esteño. Con el transcurrir de los meses se incorporaron varios lotes de equipos y mobiliario, pero insuficientes para la gran demanda de la zona, pues en Alto Paraná existen más de 100.000 asegurados.
El presidente de la Asociación de Educadores del Este (AEDE), Hugo Benítez, que integra una comisión de usuarios del IPS en Ciudad del Este, comentó que en mayo de este año la organización civil le presentó mediante una nota una serie de quejas a la directora del hospital, doctora Ana Liz Jara Rolón, pero no hubo respuesta. Los inconvenientes más frecuentes son la falta de cama para internación y la escasez de medicamentos básicos, señaló el docente.
Mencionó que los asegurados muchas veces son atendidos en incómodas camillas de la sala de urgencias debido a la falta de camas para internación. La escasez de personal, tanto médicos como enfermeros, sería la causa por la cual no habilitaron todas las camas de terapia intensiva e internados, expresó.
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Agregó que la próxima semana volverán a pedir audiencia con la directora del hospital para insistir en soluciones a las múltiples falencias.
Dos ambulancias
Al Hospital Regional de IPS están asignadas dos ambulancias para el traslado de pacientes, pero solo una sirve para viajes largos, porque el otro vehículo está con desperfectos mecánicos.
El fin de semana último un asegurado tuvo que recurrir a una ambulancia de la Asociación de la Familia Policial del Alto Paraná para ser trasladado a Asunción para ser asistido.
Para intentar ocultar las precariedades de este hospital, un ejército de guardias privados se encarga de impedir tomas fotografías del sitio.