AREGUÁ (Gladys Villalba Jara, corresponsal). En esta localidad, recientemente nombrada “Ciudad creativa” por la Unesco, ubicada a 30 km de Asunción, la Feria Permanente de Artesanía sobre la calle La Candelaria es uno de los mayores atractivos. En el sitio son exhibidos numerosos artículos de cerámica, como planteras, ánforas, cuadros, alcancías y conjuntos de pesebres.
El ingenio de los aregüeños llegó al punto de fabricar productos esmaltados no tóxicos, como vajillas cocidas en hornos especiales a alta temperatura. Tienen una terminación fina y delicada, muy similar a la porcelana.
La parroquia de la Virgen de la Candelaria es otra opción. Fue construida en 1862 y restaurada en 1912 y 1914. Está ubicada en “Las Lomas” sobre la calle Mariscal Estigarribia.
Su estructura colonial recrea una época marcada por los López. Tiene una amplia plazoleta que invita al relax disfrutando de un refrescante tereré en compañía de familiares o amigos.
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Otro punto para visitar es el cerro Kõi. Abarca 12 hectáreas y tiene una elevación de 200 metros. Sus peculiares piedras de forma octogonal solo existen en tres lugares del mundo: en Paraguay, Canadá y Sudáfrica. Fue declarado Patrimonio Natural y Cultural en 1993.
Estación A. Así se llama la exestación del ferrocarril ubicada sobre la calle Mariscal Estigarribia, camino a la playa municipal. Fue inaugurada en 1862 por Francisco Solano López.
La Playa Municipal es uno de los lugares más concurridos y característicos de la ciudad. Pese a que las aguas del lago Ypacaraí no son aptas para el baño, cientos de visitantes optan por disfrutar de la vista, paseos en canoa, cabalgatas en sus costas, caminatas en el parque y la cancha de playa.
Pesebre hidráulico
En Luque el atractivo principal en estas fechas es el tradicional pesebre hidráulico gigante de la familia Sabaté.
Don Esteban Sabaté (h) y sus hijos conservan lo que nació hace 66 años “con un pesebre normal” hecho por Esteban Sabaté (p) en la Quinta Sabaté, ubicada en el barrio Bella Vista sobre la calle Yrendague casi Benigno González.
Años después decidieron incorporar al pesebre gigante piezas móviles elaboradas con muñecas y muñecos que representan las costumbres de las familias paraguayas.
El carpintero, el agricultor, la lavandera, la chipera, la vendedora de yuyos, el cocinero que utiliza el “tatakua (horno de barro)”, la lechera, la bailarina de danza paraguaya (personaje de este año) son algunas de las cien figuras que se pueden apreciar en la representación.
Estará abierto al público hasta el 30 de diciembre, de 18:00 a 23:00.