MARISCAL ESTIGARRIBIA, Chaco (Marvin Duerksen, corresponsal). El profesor Vidal Ávalos hace veinte años enseña en la escuela básica Nº 4.078 “San Pablo” de la comunidad de Margariño, ubicada a orillas del río Pilcomayo a unos 310 kilómetros del centro urbano de este distrito. La institución educativa inició el año lectivo con 26 alumnos desde el preescolar hasta el sexto grado.
La mayoría de los alumnos proviene de lugares cercanos y algunos de zonas distantes para quienes en el sitio funciona un internado. Desde fines de marzo la institución educativa cuenta con energía eléctrica.
“Nos falta equipar las aulas y el internado para cuando vuelvan las clases”, dijo el profesor Ávalos que hoy festeja el Día del Maestro en circunstancias difíciles.
Expresó que desde la suspensión de clases presenciales hace todo lo posible para que siga la educación a distancia. “Las tareas les hago llegar por mensaje vía WhatsApp a los pocos alumnos que tienen acceso a la señal. Para el resto, con apoyo de la oficina de Servicio Nacional de Salud y Calidad Animal (Senacsa) imprimo las tareas y los padres vienen a retirar para una semana”, explicó.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Los padres les ayudan en casa a sus hijos a hacer los deberes encomendados de acuerdo a sus posibilidades. A veces deben tener mucha paciencia, en especial con niños del primer grado que necesitan de mucha repetición para aprender, dijo.
El mayor obstáculo en la zona es la falta de Internet para aplicar las clases virtuales o “teleclases” tal como resolvió el Ministerio de Educción y Ciencias (MEC), mencionó Ávalos.
Añadió que la buena noticia es que llegaron la merienda escolar y los kits de alimentos en reemplazo del almuerzo escolar.
El maestro comentó que el día de su cumpleaños, el 22 de abril faenó una vaquilla y entregó la carne a sus alumnos. Además repartió unos paquetes de ropas usadas donadas para la comunidad.
