WASHINGTON (AFP, EFE). “El presidente (Donald Trump) y yo queremos darle todas las oportunidades a la diplomacia de tener éxito”, dijo Pompeo.
“Estoy en Nueva York, estaré en la ONU toda la semana para hablar de eso”, agregó el secretario de Estado. “Esperamos que las Naciones Unidas adopten una posición de firmeza”.
La ONU “fue creada exactamente para este tipo de cosas, cuando un país ataca a otro país, y esperamos que la ONU se movilice”, dijo Pompeo.
Sin embargo, el presidente estadounidense dijo ayer que “no tenía intención” de reunirse con su homólogo iraní, Hasan Rohani, en la ONU.
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“Nada está totalmente excluido, pero no tengo la intención de encontrarme con Irán”, dijo.
Irán niega la autoría directa de estos ataques aéreos contra dos grandes instalaciones petroleras en Arabia Saudita, el 14 de septiembre, que fueron reivindicados por los rebeldes hutíes, respaldados por Irán en Yemen.
Las tensiones han aumentado entre Teherán y Washington desde la retirada de Estados Unidos, en mayo de 2018, del acuerdo nuclear iraní alcanzado en 2015, seguido por el restablecimiento de sanciones contra el régimen iraní.
Trump se retiró del acuerdo pues el mismo no evita que el régimen islamista logre desarrollar armas atómicas, sino que solo retrasa su programa nuclear.
Washington y Teherán se acercaron a un enfrentamiento militar directo en junio. Trump aseguró haber cancelado los ataques contra objetivos iraníes a último minuto después de que la República Islámica derribara un dron estadounidense en el Estrecho de Ormuz.
Cuando se le preguntó sobre el envío de refuerzos militares a la región anunciados el viernes por el Pentágono, Pompeo enfatizó que el objetivo era “obligar a Irán a tomar la decisión de convertirse en un país normal”.
Tensión militar
Los ataques con drones contra la petrolera saudí Aramco del pasado 14 de septiembre dispararon de nuevo las tensiones, sobre todo después de que EE. UU. y Arabia Saudí responsabilizaron a Irán pese a que este país se desvinculó de ellos y de que su autoría fuese reivindicada por los rebeldes hutíes del Yemen, eso sí, respaldados por Teherán.
En respuesta al último movimiento de Washington en el tablero de Oriente Medio, la Guardia Revolucionaria iraní amenazó con convertir en “campo de batalla” el interior de cualquier país que reaccione militarmente contra Irán.
No obstante el gobierno de Donald Trump busca rebajar la tensión, pues no desea iniciar hostilidades contra Irán. De hecho, el mandatario actual de EE.UU. ha ido retirando tropas de su país de varios escenarios en los que estaba involucrado.
