Reino Unido deja la UE y apunta a nuevos acuerdos

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LA UNIÓN EUROPEA SIN EL REINO UNIDO
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El Reino Unido se convirtió anoche en el primer país que abandona la Unión Europea, tras 47 años de vínculos económicos, políticos y legales. Un momento histórico, de júbilo para unos y tristeza para otros. Los británicos aspira desde hoy a un acuerdo de libre comercio con el bloque de los 27.

LONDRES (AFP). Los sectores empresarial y financiero del Reino Unido asisten desde hoy a la salida formal de la UE con la vista puesta en los acuerdos comerciales que negociará el Gobierno de Boris Johnson con EE.UU. y los Veintisiete.

El Reino Unido entró en la Comunidad Económica Europea –antecesora de la UE– en 1973, tras sufrir dos vetos de Francia, en 1963 y 1967, preocupada porque fuese un “caballo de Troya” de EE.UU.

Pero la relación entre Londres y Bruselas fue siempre complicada: los británicos no adoptaron la moneda única ni la libre circulación de personas, pidieron pagar menos al presupuesto europeo y siempre se opusieron a la integración política.

Pese a todo, el resultado del referéndum sorprendió y muchos lo explicaron como una reacción desesperada de los olvidados por la globalización, que querían así hacer oír su voz.

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El Brexit estaba previsto para el 29 de marzo de 2019. Pero la pugna en el Parlamento entre sus partidarios y sus detractores llevó a más de tres años de bloqueo político, roto por fin por Johnson cuando obtuvo una aplastante mayoría en las legislativas de diciembre capitalizando el hartazgo de los británicos con una situación que se eternizaba.

Retomando un término que definía la política exterior británica en el siglo XIX, cuando se mantenía al margen del continente europeo, la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, advirtió de los riesgos de este “espléndido aislamiento” e insistió que la fuerza radica en la “unión”.

A partir de ahora, Johnson tendrá por delante la difícil misión de negociar un acuerdo comercial con la UE, pero también con EE.UU., su gran baza para reemplazar a su principal socio comercial.

“Soy optimista porque había cosas que el Reino Unido tenía que hacer como miembro de la UE” y “ahora podrán hacerlas de forma diferente” , afirmó el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, apuntando a los “enormes beneficios” para ambas naciones.

Pero las negociaciones no serán fáciles: Washington presionará para que Londres sea más laxo en materia de salud o medioambiental, mientras que Bruselas pedirá que se respeten estándares laborales y ecológicos.

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, aseguró que Europa será “muy firme” en estas negociaciones”.

Sin embargo, no lograr un acuerdo comercial a tiempo representaría una “amenaza existencial” para la economía de la vecina Irlanda, advirtió su primer ministro Leo Varadkar.

Potencias reaccionan

El brexit es “un fracaso y una lección para todos”, consideró el presidente francés, Emmanuel Macron, mientras que para la canciller alemana Angela Merkel este 31 de enero marca una verdadera “ruptura” para Europa.

Una especial tristeza se vivía en Escocia, nación semiautónoma que votó muy mayoritariamente contra el brexit y donde, por decisión de su Parlamento, seguirá ondeando la bandera europea.

“Esta tristeza está llena de ira”, afirmó la primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon.