BUENOS AIRES (AFP). Una situación de default implica que los acreedores pueden pedir ante la Justicia lo que se conoce como la “aceleración” de la deuda, es decir, la exigencia de su pago completo.
Además, cuando se está en esa situación, se cierran las posibilidades de contraer nuevos créditos, como ya le ha ocurrido a la Argentina en el pasado.
Antecedentes
Es la novena ocasión en que Argentina, entre los primeros exportadores de alimentos del mundo, queda en cesación de pagos en su historia. La última vez fue en 2001, con un impago por más de 100.000 millones de dólares que desencadenó una de las peores crisis económicas del país.
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A última hora del jueves, el gobierno argentino informó de una prórroga hasta el 2 de junio del plazo para que los acreedores adhieran a su propuesta de canje de bonos por unos 66.000 millones de dólares de deuda emitida bajo jurisdicción extranjera, plazo que inicialmente vencía este 22 de mayo.
¿Default corto?
El gobierno insiste en que las negociaciones van bien, pero los fondos de inversión piden una diálogo “directo e inmediato” con el gobierno argentino.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, había ofrecido a los tenedores de bonos un canje por nuevos títulos con un período de gracia de tres años sin pagos, una quita del 5,4% del capital y del 62% de intereses. Pero su oferta fue rechazada.
Los acreedores presentaron sus propias propuestas, que el gobierno dijo estar analizando.
“Si se consiguen las mayorías para adherir al canje, el default será muy corto. No creo que haya corte de cartas de crédito”, dijo la economista Marina Dal Poggetto, de la firma EcoGo.
“Pero si le dan largas a la negociación, vamos a pagar caro”, precisó.
Próximo vencimiento
El Fondo Monetario Internacional, que respalda a Argentina en su reestructuración, se declaró alentado por “la disposición de ambas partes a continuar las conversaciones para llegar a un acuerdo”, según su vocero Gerry Rice.
Si las negociaciones no se cierran antes del 2 de junio, y ocurre una nueva extensión, a Argentina le esperan otros vencimientos de intereses de bonos a fines de junio. Si se considera el periodo de gracia de 30 días, el plazo máximo para pagar vencería a finales de julio.
