Apodados “los guardianes de la ley”, a punto de extinguirse a principios del siglo XX, cuando apenas sumaban 200 fieles, los samaritanos hoy aun representan la comunidad religiosa más pequeña de Oriente Medio, con un total de 800 miembros.
Entre ellos hablan generalmente en árabe, aunque en las ceremonias religiosas usan el hebreo samaritano o el arameo samaritano y practican una rama del judaísmo.
“Todo el mundo conoce la historia del Buen Samaritano que narra la Biblia, pero pocos saben que de hecho existe una comunidad de samaritanos”, relata Abood Cohen, quien trabaja en el Museo Samaritano de esta localidad.
