Centurión señaló que basarán sus alegatos en los argumentos de la jueza Rossana Maldonado, en cuyo voto disidente manifestó que hubo tortura. El fiscal dijo que se ratificarán en los alegatos finales que expuso con su colega Santiago González Bibolini.
En los alegatos hay testimonios de policías que manifiestan que las víctimas fueron torturadas. A eso se suma el libro de novedades que certifica la presencia de Walter Bower en la sede de la Armada, donde ocurrió uno de los hechos.
“Nuestras víctimas han sido detenidas, privadas de su libertad y se hallaban en condiciones de vulnerabilidad” refirieron en una parte del alegato. Añadieron: “Lo que es peor, los mismos fueron interrogados bajo coacción sin la presencia de abogados, defensores y fueron torturados con el fin de obtener información”.
Esta parte del alegato se remonta a lo ocurrido el 19 de mayo en la comisaría 11, donde siete policías, entre ellos el querellante, comisario principal Jorge López, fueron objetos de una golpiza, según la denuncia.
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El 21 de mayo el otro querellante, comisario Alfredo Cáceres, fue torturado, según la acusación fiscal, en la sede de la Marina. Estos hechos tuvieron como base que Bower pretendía conocer información sobre una intentona golpista contra el entonces presidente Luis González Macchi, ocurrida entre el 18 y 19 de mayo.
Este proceso se extendió durante siete años y nueve meses debido a las continuas chicanas de las defensas y la complacencia judicial, pero como se trataba de tortura, no prescribió.
Duda de existencia del hechoocaceres
El Tribunal de Sentencia con los votos de los jueces Carlos Hermosilla (presidente) y Víctor Medina absolvió a los procesados por “duda en la existencia del hecho”.
Un punto que enfatizó Hermosilla es que cinco médicos que revisaron a los denunciantes certificaron ante el tribunal que los mismos estaban en perfectas condiciones físicas cuando fueron examinados, días después de conocerse las graves denuncias.