La presentación es por coacción sexual y abuso sexual en personas indefensas y fue radicada ayer ante la jueza en lo penal de la Niñez y Adolescencia Edith Coronel, por los abogados José Ignacio González Macchi y Cecilia Pérez. La petición de la querella está fundada en los nuevos datos que se incorporaron al proceso a partir del testimonio de la víctima, quien declaró en la Cámara Gessel en la semana pasada.
Asimismo, la querella destaca que los datos extraídos de los celulares de los ahora procesados –dos varones que atajaron a la víctima y una chica que actuó de “campana”– revelan un concierto previo al acto.
“Resulta por tanto claro que los adolescentes involucrados en la comisión de los hechos punibles señalados han actuado con premeditación, en una suerte de concierto previo, y teniendo en cuenta además que todos los involucrados son compañeros de colegio, circunstancia que no puede soslayarse, surge con meridiana claridad la existencia de influencias nocivas para su desarrollo entre sí, y para con los demás, lo que conllevaría peligro de la comisión de nuevos hechos punibles, de permanecer los mismos en libertad de relacionarse entre sí y con los demás miembros de la sociedad”, argumenta la acción. “Este pedido debe atenderse sobre la base de una sospecha seria de que esta suerte de ‘actuación grupal’ es, o por lo menos ha sido, una constante, dado que de la desgrabación de un celular utilizado por R.R. surgen conversaciones (chats) de fechas 07 y 08 de setiembre de 2012, en las cuales se hace mención expresa de la forma en que se planificaban estos encuentros o ataques entre varios adolescentes. De lo precedente se desprende que el hecho objeto de la presente causa pudo no haber sido el primero ni el único perpetrado por el imputado, en concierto con los demás coprocesados e incluso otros más, no individualizados”, acotó la querella al fundamentar la viabilidad de la medida restrictiva de libertad para todos.