Buenos Aires, 12 de mayo de 1934.
Señor Dr. Eusebio Ayala.
Presidente de la República.
Asunción.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Estimado presidente y amigo:
Desde mi última carta a la fecha no han cambiado las circunstancias que demoran mis gestiones financieras. Aún no he podido entrevistarme con el presidente por continuar enfermo el coronel Sarobe y no querer valerme de otras personas por miedo a cometer una indiscreción que le desagrade, pues, que como ya le dije, su conducta para con nosotros cuida más ahora, como resultado de las imprudencias que Ud. conoce. Espero verlo de cualquier manera en la semana entrante, y que, como resultado de mi entrevista con él, podré realizar alguna operación.
El ministro Saavedra Lamas, con relación a la visita que hizo usted al Doctor Ruiz Moreno, para hablarle de las gestiones del doctor Antokoletz (asesor técnico argentino ante la Conferencia de Paz), en La Paz, me ha hecho la siguiente sugestión, pidiéndole someterla a consideración de Ud. Que para ganar tiempo sería interesante provocar en ésta conversaciones directas, aunque extraoficiales e informales, entre personas designadas por los gobiernos de Asunción y La Paz, las que tendrían que actuar, ciertamente, bajo la dirección y el conocimiento de las Legaciones respectivas. Dice que el Gobierno boliviano está conforme con este procedimiento y tiene resuelto designarlo para estas conversaciones al Dr. Carlos Calvo, exministro de Relaciones Exteriores, y persona de espíritu francamente pacifista; y que nuestro Gobierno podría hacer otro tanto, designando a un compatriota nuestro residente en ésta, o algún otro que pueda venir a esa.
El doctor Saavedra Lamas, a mi manifestación de que el negociador más autorizado de nuestro país para hacer la paz será siempre el Dr. Zubizarreta, me contestó que para esas conversaciones preliminares e informales lo consideraba de demasiado volumen, que en tal caso podría reservarse su designación para cuando tengan que oficializarse las conversaciones y llegarse a soluciones definitivas.
Cree el Dr. Saavedra Lamas que con este procedimiento se llegaría a la eliminación lenta de la mediación de la Liga (de las Naciones) y se prepararía el terreno para llegar a soluciones rápidas cuando se produzcan acciones militares nuevas que acerque a base de soluciones también nuevas. Le voy reproduciendo textualmente, en síntesis, las palabras del Dr. Saavedra Lamas.
Aunque dichas conversaciones deban ser totalmente secretas e informales, y sin el auspicio oficial de esta Cancillería, ya que participarán de ellas los doctores Ruiz Moreno y Antokoletz, sin ninguna representación oficial, yo no creo que pueda conducir a nada nuevo, ni práctico. No serán sino la reproducción de las tantas conversaciones inútiles celebradas hasta ahora.
No creo, por otra parte, que la propuesta traída de La Paz por el doctor Antokoletz, pueda servir de base para esas conversaciones. Pero así y todo, opino que debemos tomar en cuenta la sugestión del Dr. Saavedra Lamas y ver la manera de darle realización, para evitar que, llevado de su espíritu inquieto y por lo mismo siempre peligroso, nos sorprenda con alguna mediación inoportuna. Quiero decir que, mediante esas conversaciones se mantendrá al Dr. Saavedra Lamas a la expectativa de acontecimientos nuevos que hagan posible soluciones rápidas, tal como entiendo es el deseo de Ud.
De cualquier manera, espero sus indicaciones sobre el particular.
Le renuevo mi respetuosa y cordial amistad.
Vicente Rivarola.