El intendente Óscar “Nenecho” Rodríguez anunció que pedirán a la Secretaría Nacional de Cultura (SNC) que la plaza sea enrejada para que pueda mantenerse en forma, ya que quedó destruida tras las últimas ocupaciones de indígenas y damnificados por la crecida del río. Recordó que la Plaza de Armas y los espacios colindantes (plazas Juan de Salazar e Independencia) fueron declarados el año pasado patrimonio histórico, incluyendo los monumentos que están en ellas.
“Según la Ley 6284/19, esta plazas dependen de Secretaría de Cultura, institución que debe establecer los planes, programas, proyectos y proveer los rubros presupuestarios necesarios para el mantenimiento correspondiente. Pero nosotros no podemos dejar que este espacio siga así, sucio y en mal estado, porque es la imagen de la capital la que se ve afectada. Por eso decidimos hacer la limpieza”, explicó Rodríguez.
Agregó que ven la posibilidad de enrejar este espacio público, ya que el arreglo después de cada ocupación asciende a varios millones, dinero que sale del bolsillo de los contribuyentes. “La última vez que se arregló esta plaza, luego de largas ocupaciones, a los contribuyentes asuncenos les costó más de G. 700 millones. Y es hora de poner un punto final a esto. Queremos tener los mismos resultados que en la Plaza Uruguaya y la Plaza Italia, que fueron enrejadas y hoy son los espacios verdes más lindos de Asunción”, señaló.
Comentó que para este operativo de limpieza trabajaron alrededor de 150 funcionarios, entre limpiadores, herreros, albañiles y electricistas.
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El jefe comunal indicó que también trabajarán para recuperar el Parque Caballero, mediante una cooperación entre el MOPC y la Itaipú Binacional.
Evanhy comenzó con las rejas
Durante la administración municipal de Evanhy de Gallegos (2006-2010) fue enrejada la Plaza Italia, siendo el primer espacio verde en ser protegido con esta medida. El mencionado lugar era constantemente ocupado por grupos de indígenas generando destrozos. La entonces jefa comunal comentó que el proceso de protección con rejas duró un año y de esa manera se puso fin a las constantes ocupaciones. Su argumento en aquel momento fue que para hacer frente a los destrozos causados por los indígenas la Comuna debió realizar una millonaria inversión. “El contribuyente no puede seguir pagando por los destrozos causados a los espacios públicos”, señaló Evanhy en su momento.