El intendente asunceno Óscar Rodríguez comienza esta semana a dialogar con la Secretaría Nacional de Cultura con el objetivo de ver la posibilidad de enrejar la plaza de Armas, ubicada entre el Congreso Nacional, el viejo Cabildo y la Comandancia de la Policía. Este espacio, declarado patrimonio histórico, fue ocupado la última vez por nativos y damnificados por la crecida de río y su reparación luego que fuera desocupado constó a los asuncenos más de G. 700 millones.
Viendo los ejemplos de enrejado de las plazas Italia y Uruguaya, la Comuna asuncena impulsará la protección del espacio verde en los alrededores del Parlamento.
La primera en ser enrejada fue la plaza Italia, durante la administración comunal de Evanhy de Gallegos (2006-2010), quien actuó en consecuencia a las manifestaciones de vecinos y la presión de algunos concejales. La citada plaza se había convertido en el sitio de ocupación preferido de los indígenas. Los invasiones se daban por varias semanas, destruyendo las instalaciones y dejando el lugar convertido en un chiquero.
Plaza Uruguaya fue la segunda en ser enrejada y lo hizo el entonces intendente Arnaldo Samaniego (2010- 2015) y la obra, concluida en junio de 2012, fue financiada por la Comisión Bicentenario. El citado espacio era ocupado constantemente por nativos que venían a protestar en Asunción. El sitio dejó de ser visitado por los asuncenos por su mal estado y dejadez.
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Al suprimirse la posibilidad de ocupación de las plazas Uruguaya e Italia, los grupos de indígenas y campesinos comenzaron a instalarse en la Plaza de Armas. Cada año, constantemente, el sitio es invadido. En 2019, la plaza estuvo ocupada casi todo el año, pese a que desde marzo de ese año ya fue declarada patrimonio histórico, quedando a cargo de la Secretaría de Cultura el cuidado del lugar.