Integrantes de diferentes organizaciones de pueblos indígenas se unieron para marchar por sus derechos, igualdad y para que cese la violencia y asesinato de niñas y adolescentes indígenas. También para reclamar que los hechos sean investigados. La movilización fue bajo la consigna “Ore avei yvypóra peêicha. Anive ore juka” (Nosotros también somos seres humanos como ustedes. Dejen de matarnos).
Denunciaron que es alarmante la extrema violencia que desnuda una vez más la creciente desidia y discriminación estructural contra los pueblos indígenas. Ellos consideran que la eliminación de la pobreza la están viviendo ahora, que es en realidad la eliminación de los pueblos originarios. “Denunciamos a las autoridades y a las instituciones públicas del Estado paraguayo responsables de garantizar nuestros derechos, pero que en la realidad son cómplices de la expulsión de nuestra gente de las comunidades de origen rural”, dice parte del comunicado que difundieron ayer.
También manifestaron que están marchando por los pueblos indígenas por una causa justa y en defensa de los territorios. “Este año 2020 no es un año para los pueblos indígenas, es un año de despojos. Además del despojo de los territorios viene la eliminación de los indígenas en la capital de Asunción y en las ciudades, especialmente de niñas y adolescentes. La violencia siempre existió hacia los pueblos indígenas desde hace miles de años, ahora viene la matanza, la historia se repite”, criticó la dirigente Bernarda Pesoa.
Fiscala, abucheada
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Los manifestantes marcharon desde la Plaza Italia y fueron frente al Ministerio Público, donde los líderes representantes de los pueblos se reunieron con la fiscala general del Estado, Sandra Quiñónez.
Antes de iniciar la reunión la fiscala general salió a saludar y para que la conozcan, según dijo a los manifestantes, quienes la criticaron y abuchearon. “Queridos compatriotas, quiero que me conozcan, voy a hablar con sus representantes, conozco la situación de cada uno de ustedes. Tenemos un equipo de fiscales que están trabajando. Las puertas están abiertas para venir a reclamar”, fue lo que dijo la fiscala entre los gritos y reclamos de la gente que hacía contra el accionar del Ministerio Público.
“No queremos vivir con miedo”
“El programa de eliminación de la pobreza del Estado es en realidad la eliminación de los pueblos indígenas. La eliminación de la pobreza es lo que estamos viviendo ahora. El Estado es el responsable directo, nos están matando porque somos la clase más empobrecida de la sociedad. No es una marcha más, es por una causa, se está derramando sangre indígena. No queremos más vivir en zozobra y con miedo, queremos justicia, queremos igualdad entre la sociedad, ya no queremos más que nos hagan a un lado. Y vamos a seguir viniendo más pueblos indígenas a reclamar nuestros derechos al Estado. Lo que nos queda es la solidaridad, pedimos a toda la sociedad solidaridad con nosotras. Lo único que nos queda es la hermandad”.
No hay nada de presupuesto
“El sistema de protección de la niñez y el sistema de protección de la mujer no cuenta con nada de presupuesto. La Ley 5777 no tiene presupuesto. El Ministerio de la Mujer no tiene presupuesto para implementar la ley, el Ministerio de la Niñez no tiene presupuesto para implementar las acciones del sistema de protección a nivel nacional, y a nivel local, las gobernaciones y las municipalidades no invierten recursos en el ámbito de protección contra la violencia hacia las mujeres, niñas y niños. Entonces, acá tenemos responsabilidades en los tres niveles del Estado y del Parlamento por no dotar de presupuesto para implementar las políticas públicas. El marco legal no se traduce en recursos técnicos, humanos y financieros”.
“Para el Estado somos nada”
“Para el Estado prácticamente los pueblos indígenas no valen nada, no tienen ninguna importancia. Para el Estado somos nada, la vida de un indígena no vale nada porque en realidad si estos hechos hubieran ocurrido a otra clase social obviamente iban a estar moviéndose todos los recursos del Estado para investigar y hallar a los culpables y no hacen ni el mínimo esfuerzo. Consideramos que esta marcha es una forma de visibilizar y alzar nuestra voz de protesta ante tanta violencia, asesinatos a niñas y adolescentes y atropellos a los pueblos indígenas. Creemos que esto debe terminar y las instituciones deben hacer su trabajo para identificar y castigar a los culpables. La impunidad es el caldo de cultivo para mayor violencia”.