Repka y otro ciudadano, de nombre Walter Fagúndez, poseían un “aerotaller”, un establecimiento de reparación de la estructura o “chapería” de aviones que se deterioraban o capotaban.
A José Repka se le ocurrió la idea y preguntó al citado socio suyo, quien era el técnico de la compañía, si podrían construir ellos mismos una aeronave. La respuesta fue afirmativa y emprendieron el trabajo, primero para obtener financiación y apoyo, para lo cual acudieron al comandante de la Fuerza Aérea de entonces.
A partir de aquel momento le dedicaron sus momentos libres –no podían dejar de hacer el trabajo de reparación en el taller– a diseñar y fabricar la primera aeronave del Paraguay, lo cual les llevó tres años y cuatro meses de tiempo, según publicaba el diario ABC Color el domingo 1 de noviembre del año 1981.
Fagúndez dijo, una vez terminado el avión, que la tarea les llevó en total “unas 11.000 horas hombre, vale decir, aproximadamente un año y medio de trabajo real”.
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Los citados socios fabricaron totalmente las piezas de la nave, solamente importaron, como lo hacen otras compañías, el motor, la hélice y partes del tren de aterrizaje. “El avión es el primer aparato fabricado en el Paraguay, eso es categórico”, refería entonces Fagúndez. Se trata de un prototipo para entrenamiento avanzado, biplaza en tándem, con autonomía de 6 horas 30 minutos.