La bohemia de Loma Clavel

En este lugar se encuentra la plaza Gaspar Rodríguez de Francia, que se extiende entre Varadero, la Playa Carrasco en la boca de la Bahía y Cure Cua en loma San Jerónimo. 

“Descendiendo como de un valle escondido, nos llega un nombre: Loma Clavel. Sitio donde Dora Gómez Bueno de Acuña ha recogido como en preciosos camafeos lo espiritual y lo físico de la naturaleza circundante. La arbolada plaza con su soledad rota a veces por los trinos. La bahía con su cinta de agua. El hospital con su carga de dolores. La gente de paso y la campana de la escuela, junto al amor que traspasa toda su obra y en la que realmente palpita una mujer”, escribieron Jorge Báez y Marialuisa Artecona de Thompson al referirse a la maestra de generaciones que ejerció su labor en la Escuela Superior N° 6 “Dr. Francia” y activa colaboradora de la “Copa de leche” fundada allí.

Dora Gómez Bueno de Acuña nació en 1903 y falleció en 1987. Cuando vino al mundo, ya existían los astilleros en Varadero junto a la casa de don Vicente Mayor, construida por el arquitecto Enrique Clari.

En torno a la plaza se ubicaron conocidos y renombrados negocios que dieron vida al barrio durante décadas en el siglo XX.

Allí hubo momentos de gloria y de tragedias como la muerte de Emiliano R. Fernández, quien falleció el 15 de setiembre de 1949 en el Hospital Militar. Cuenta Juan Pastoriza que murió “como consecuencia de una herida recibida en el transcurso de una gresca, en una de sus tantas andanzas nocturnas. Fue herido en la espalda, en un hasta hoy inexplicable incidente, registrado en el Bar Mberú de Loma Clavel, donde se erige actualmente la capilla Stella Maris, el 3 de noviembre de 1948”. (Suplemento Cultural de ABC, 9 de agosto de 1999).

Otros artistas que moraban allí fueron Emilio Biggi y Agustín Barboza. Sobre el compositor Leonardo Alarcón, su biografía no dice que nació en Asunción, sino en Loma Clavel en 1911 y aprendió música con los Salesianos, allí cerquita.

Loma Clavel también era el barrio de los sueños hechos realidad en el fútbol callejero. Artemio Villanueva rescata que Ramón Vicchini, un grande de Libertad y Racing Club de los 40 y 50, fue adquiriendo la destreza necesaria en su barrio, Loma Clavel, en los alrededores del Club Martín Pescador, fundado en 1932. Y no habrá sido el único, por la cantidad de clubes que el barrio posee.