La fila que comienza en el acceso principal del Centro del Trauma (exEmergencias Médicas) se extiende por varios metros, sobre todo los martes y viernes de madrugada.
Ayer, un equipo de ABC registró en imágenes el sacrificio que hacen los pacientes, entre ellos niños y ancianos, que se ubican en el suelo en espera del amanecer y de la suerte de que les toque un número para la consulta.
En la madrugada varios tuvieron que esperar incluso en la lluvia, que caía en forma intermitente. Algunos pacientes, la mayoría provenientes del interior, lamentaron que desde hace un tiempo el Centro del Trauma cierre sus puertas en la noche, obligando a los ambulatorios, que vienen para consultas, a esperar fuera del edificio. Pidieron a las autoridades del hospital un trato más cálido y humano, sobre todo para niños y ancianos.
Cuestión de salubridad
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El licenciado Rufo Del Valle, director administrativo del Centro Nacional del Trauma, confirmó que hace un tiempo se dispuso el no ingreso de pacientes ambulatorios en horas de la noche por una cuestión de salubridad. “Es que el sector donde se ubicaban las personas en espera de números coincide con el camino por donde pasan los pacientes críticos para la realización de estudios. Son personas que son quitadas de terapia intensiva por unos minutos y se los lleva con respirador manual para los estudios. No pueden haber personas en esa área, pues los que están en estado crítico pueden adquirir infecciones o virus, lo que puede empeorar sus estados”, explicó el funcionario.
Señaló que hay instrucciones para que los guardias dejen pasar cuando hay lluvias o hace frío. “Vamos a averiguar que pasó ayer. Pero es importante destacar que esta situación es temporal, pues a fin de año se habilitará la nueva parte de urgencias, por lo que nuestro centro recuperará los espacios y tendrá mejor funcionalidad, lo que dará más comodidad a los usuarios”, comentó Del Valle.
