Se trabajará con todos los sectores de la sociedad civil y partidos políticos

–¿Cuál será su agenda de prioridades a ser implementada en el Ministerio de la Mujer?

–Vamos a tener dos pilares, uno siempre va a ser la defensa de los derechos de las mujeres en el tema de la violencia doméstica, ese pilar de asistencia y de prevención de la violencia va a continuar, va ser reforzada. La otra, la promoción de la mujer y su empoderamiento. Generar todas las herramientas, las estructuras que permitan que la mujer pueda ser autosuficiente, pueda ser dueña de su destino.
El hecho de que se haya convertido la Secretaría en Ministerio demuestra la importancia que tiene para el Paraguay el tema de protección y promoción de las mujeres. Es un Ministerio nuevo, recientemente creado, y eso implica un mayor compromiso, pero que nos permite una acción coordinada de igual a igual con todos los otros ministerios. El tema de la mujer es transversal. Cuando uno habla de la mujer no habla solamente de la mujer, sino se habla de educación, salud, oportunidad de empleo, en cualquier área está el tema de las mujeres.

–¿Cuál sería la política a ser implementada en cada una de esas áreas?

–El Presidente hizo en su discurso una mención muy fuerte a que para él la mujer es un área prioritaria, y tenemos instrucciones muy precisas de un trabajo en conjunto y coordinado entre todas las instituciones. El hecho de que exista un Ministerio de la Mujer hace que en cualquier política de Estado se tenga la visión de género dentro de cada una de ellas y esa es nuestra responsabilidad.

–¿Con qué sectores de la sociedad civil piensa trabajar?

–Con todos los sectores. Tenemos pensado ir haciendo encuentros con la sociedad civil, con las ONG, con los partidos y movimientos políticos. La herramienta que se va a utilizar es el diálogo. El consenso es la clave de todo y se realiza a través de un diálogo. En una democracia existe la diversidad de opiniones y eso construye, es imposible que nos pongamos todas de acuerdo, porque si nos ponemos todas de acuerdo, algo no está funcionando. La política de este Ministerio es puertas abiertas, apostando a las conversaciones, el diálogo y el consenso con todos los agentes involucrados, ya sea sociedad civil, partidos políticos, o los otros ministerios, con todos.

–¿Cuál es su postura sobre la diversidad sexual de las mujeres?

–Hay un punto, nosotros tenemos que basarnos en las leyes, la Constitución y las leyes son los que nos determinan, digamos, el accionar; y hay una política de Estado al respecto. Nosotros lo que vamos a hacer es acompañar este tema y lo que determine el Gobierno de cuál va a ser la línea de acción.

–¿Y cuál sería la línea de acción?

–Tengo algunos días en el cargo y no puedo decir todavía cuál va a ser la línea de acción al respecto. Pero nosotros vamos a acompañar, y como ya dije, el respeto absoluto de la Constitución y las leyes.

–¿Qué opina sobre el proyecto de ley integral contra la violencia que está parado en el Congreso?

–Vamos a apostar al diálogo, acá de nada sirve que se tenga una ley que no tenga un consenso. Se puede sacar una ley, pero si la gente no está convencida, no se puede aplicar y no es lo mismo que uno pueda acompañar. Lo importante en esta ley es poder rescatar, consensuar. Porque la ley creo que tiene muchos puntos de coincidencia, y lo que hay que lograr es un consenso entre todos los agentes en aquellos puntos en donde no hay coincidencia. Se puede lograr un texto acorde a todos los intereses y a eso vamos a apuntar.

–¿Apoyará el proyecto de ley contra toda forma de discriminación que desde hace años está “cajoneado” en el Congreso?

–Y para eso tendría que indagar más a profundidad. Vamos a acompañar todas aquellas gestiones y las leyes que apunten a la promoción de la mujer.

–¿Cómo plantearía el problema de la violencia doméstica?

–Lo que ya existe en el Ministerio se potenciará y acompañará, no entramos para empezar todo de nuevo. El tema de violencia doméstica, por supuesto, es un tema prioritario para este Ministerio y para este Gobierno.

–¿Qué dice sobre la situación de las mujeres privadas de libertad?

–De nada sirve hacer esfuerzos aislados, hay una realidad en el Buen Pastor que es inherente exclusivamente al Ministerio de Justicia, pero también hay una realidad en la cual es
inherente al Ministerio de la Mujer, que es el acompañamiento a las mujeres, el hecho de cooperar con ellas, asistirlas socialmente para el encuentro con sus hijos, todas aquellas preocupaciones que ellas tienen, y por eso acordamos con el Ministerio de Justicia cómo podemos entrar a colaborar a través de un equipo de psicólogas, de abogadas, que sean las asistentes sociales, porque es una petición explícita de algunas internas. Primero, vamos a irnos para el relevamiento de datos. Hablar con ellas, cuáles son sus expectativas, en qué se puede colaborar, y el Ministerio va a tomar esas inquietudes, esas necesidades, y lo que no es competencia nuestra vamos a gestionar con los otros ministerios o los otros estamentos del Estado.

–Están los derechos de las mujeres amas de casa.

–El trabajo de las amas de casa no está considerada, remunerada, nadie cuantifica lo que una hace en su casa y eso tiene un valor. En otros países eso está cuantificado. El ama de casa puede llegar a tener salario y eso también la sociedad tiene que identificar, la que plancha, la que cuida a los niños, a los ancianos, que siempre es una mujer la que se queda en la casa.

–¿Qué opina sobre los derechos de las mujeres migrantes?

–Desde mi experiencia conozco bastante la realidad de las mujeres migrantes. Son personas sacrificadas, trabajan muchísimo, mantienen a sus familias. Sus hijos quedan con los abuelos, los tíos, también es una preocupación del Ministerio de la Mujer cómo potenciar la labor, el esfuerzo, las remesas de estas mujeres, y por supuesto, ver su reinserción, porque muchas de ellas están regresando al país.

–¿Y qué dice acerca de las mujeres campesinas e indígenas?

–Uno de los puntos importantes es tener una conversación franca con todos los agentes de la sociedad civil, el tema mujer está en todos lados, es transversal.

Somos el Ministerio más chico, en número de personas y en presupuesto, pero eso no quiere decir que tengamos menos fuerza ni menos voluntad, ni menos potencia. Queremos aunar esfuerzos porque hay muchísima acción en la sociedad civil, lo que vamos a hacer es conversar con ellas, apoyar sus trabajos para poder buscar objetivos comunes.

–¿Cómo plantearía la descentralización?

–Es una prioridad para el Ministerio la descentralización, salir de Asunción e irnos a los pueblos, hacer las capacitaciones, hacer las charlas, el tema de trata de personas, la parte preventiva es sumamente necesario.

Yo siempre cito un caso: una paraguaya que se quiere ir a Europa, para ello está el acuerdo Schengen por el que puede transitar de un país a otro sin ningún control, tenemos suspensión de visas. Pero una toma su pasaporte, va a una agencia de viajes, compra su pasaje y se manda mudar, en el trayecto no tuvo ningún estamento que le diga, “mirá, ojo que tenés este peligro”, una va con mucha confianza.

Hay que tener en cuenta que en el tema de la trata, las aristas son varias, muchas veces los que contratan son sus vecinos, conocidos en donde una tiene toda la confianza. Pero cuando llega al punto de destino, la realidad para la cual fue es totalmente diferente y al no saber dónde acudir, cómo acudir, sus derechos están en una suerte de esclavitud.

–¿Cuál sería su política de acción?

–Para mí es primordial que el Ministerio pueda hacer la prevención, ir a las escuelas, porque en la televisión vemos todos, pero hay un grupo que no necesariamente sigue la TV y las radios. Hay que ir hasta los lugares, hablarles y contarles cara a cara cuál puede ser la alternativa, si es que no están muy seguras adónde se están yendo y qué es la trata de personas.

Muchas veces, la gente dice la trata y piensa en la trata sexual y prostitución, existe la trata laboral, la lista de la trata es inmensa, y solamente se puede hacer con prevención, con información y la idea nuestra es ir a todas partes del Paraguay.

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