María Teresa Rolón Silvero (51) es modista de alta costura. Con la cuarentena quedó sin trabajo seguro, pero supo darle la vuelta de tuerca a su profesión y desde hace unas semanas se dedica a confeccionar los innovadores barbijos o tapabocas fonoaudiológicos.
¿En qué consisten? Son tapabocas de tela doble reforzada, con transparencia de acetato en la parte de la boca. Están pensados para las personas con dificultades de audición y dicción. “Es, por ejemplo, para que descifren la lectura de los labios, pero, al mismo tiempo, estén protegidos”, refirió Rolón, madre de seis hijos y uno en el cielo, y abuela de ocho nietos. Ella se dedica al rubro de la costura hace casi 40 años. “Como en la alta costura quedó todo parado, empecé con los barbijos descartables y después con los de tela. Confecciono tapabocas comunes, con doble tela y con filtros. Tapabocas para niños de manera artesanal, no es sublimación ni es pintura, es tipo patchwork porque voy cortando la tela, aplicando y haciendo los diseños para niños y para adultos. Las mujeres me piden tapabocas más glamorosos que serían con encajes y lentejuelas”, describe.
María Teresa nos comenta que también confecciona trajes de bioseguridad, mamelucos, batas quirúrgicas de tipo impermeables y también reutilizables.
Las impermeables descartables con cubrecalzados, chombas médicas, gorros quirúrgicos. “Estoy reinventándome y creando otro estilo porque la costura en sí es lo que me apasiona”.
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