Huerta comunitaria en el Bañado

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Las niñas de la comunidad junto a los jóvenes voluntarios van armando la huerta comunitaria.
Las niñas de la comunidad junto a los jóvenes voluntarios van armando la huerta comunitaria.

La Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) entregó una balanza, puntales, terciadas y chapas a Ollas Populares Solidarias del Bañado Sur. En el lugar también están terminando de armar la primera huerta comunitaria.

Después de una larga lucha que vienen realizando las desde el mes de marzo, exigiendo al Estado paraguayo el derecho a la alimentación, la Secretaria de Emergencia Nacional (SEN) hizo entrega a las Ollas Populares Solidarias del Bañado Sur, una balanza y materiales para techar el lugar de cocina: 10 puntales, 4 terciadas y 10 chapas.

“Esta entrega constituye una conquista, si bien ahora traen materiales e insumos, todavía los insumos no son en cantidad suficiente para alimentar a las familias que a diario acuden a las ollas para almorzar. La SEN también se comprometió en proveer carne, leche y yerba, lo cual hasta la fecha no entrega. Los materiales fueron obtenidos gracias a la movilización de la articulación de ollas populares bañadenses. Servirán para techar el lugar de la cocina de las ollas populares, ya que en tiempo de lluvia se dificulta la preparación de alimentos”, explicó Kimberly Samaniego, una de las integrantes de ollas solidarias y residente del bañado.

Huerta comunitaria

Cira Novara, educadora popular y coordinadora de las ollas populares solidarias de los barrios Caacupemí y Luján, manifestó que se está trabajando en la primera huerta comunitaria que nace desde las Ollas Populares Solidarias en Caacupemí.

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“Surge como una respuesta a partir de la necesidad de contar con verduras para las ollas, teniendo en cuenta que el Estado no provee dichos insumos. La construcción de la huerta se realiza con el apoyo de jóvenes voluntarios y la participación de niñas, niños y adolescentes de la comunidad. El predio fue cedido por una referente de la olla de Caacupemí. Se han cultivado tomate, lechuga, locotes, perejil, cebollita de hojas y otros”, señala Cira Novara.

Otra comunidad es posible

La educadora popular que viene organizando y coordinando el trabajo de las Ollas Populares Solidarias, señala que se precisa ir construyendo nuevos vínculos sociales y políticos, conformando nuevas formas organizativas. “Los bañados constituyen hoy una comunidad que adopta características diversas en cuanto a estilos de relacionamiento, lenguaje y costumbres que determinan prácticas cotidianas e implican por lo tanto subjetivas y materialidades particulares. La expulsión de miles de familias, del campo a la ciudad ante la expansión del monocultivo, dio lugar a la conformación de esta comunidad que siguen luchando por su tierra y por una vida digna, dando lugar así a una determinada forma de “ser” de la comunidad.

“Trabajo y tierra constituyen pues la deuda histórica que en Paraguay sigue presente. Ante esta pandemia, esa deuda se ha evidenciado más. La mayoría de la población se dedica a lo que se denomina trabajo informal. Son gancheras, recicladoras, vendedoras ambulantes, albañiles, empleadas domésticas, etc., que día a día ganaban entre 50 a 70.000 guaraníes no alcanzando ni el salario mínimo. Hoy por más que van retornado al trabajo, se ha reducido el tiempo laboral y por ende el ingreso familiar. Queda al descubierto una profunda crisis económica y social que afecta a miles de familias bañadenses y también campesinas e indígenas”, afirma.

Activa participación de las mujeres, niños y jóvenes

Novara señala que las mujeres fundamentalmente, promueven la organización de las ollas en pequeños grupos familiares donde empiezan a cocinar para proveer al menos el almuerzo diario y en algunos casos también la merienda.

Estas ollas hoy se multiplican y existen más de 50 en todo el Bañado Sur, Tacumbú, Chacarita y Norte, alimentando a más de 20.000 personas.