No es la fiesta que sus familiares y amigos hubiesen querido. Pero el barrio igual vivió el sentimiento de fiesta al celebrar el siglo de vida de Doña Guillermina González viuda de Cardozo.
El festejo de los 100 años de su nacimiento fue con un pequeño agasajo ofrecido por sus hijos, parte de su núcleo familiar.
Con sencillez pero con mucho sentimiento
La sencilla celebración se realizó en su domicilio ubicado en el barrio 3 Tapiracuái de esta ciudad en compañía de algunos de sus familiares forman parte de su núcleo y quienes la rodean desde que quedó viuda.
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Según documento de identidad de la agasajada, la misma nació el 25 de junio de 1920 en esta ciudad proveniente de una humilde familia Santaniana.
Madre de doce hijos: siete varones y cinco mujeres
Doña Guillermina se casó con don Ciriaco Cardozo (+) un excombatiente de la guerra del Chaco fallecido hace algunos años.
De este matrimonio nacieron doce hijos, siete varones y cinco mujeres, todos vivos hasta hoy.
Entre los hijos varones están: Ignacio, Jorge, Luis, Alfonzo, Estanislao, Patrocinio y Humberto; y las mujeres: Olegaria, Eulacia, Matilde, Melchora y Julia.
Activa en la cocina hasta hoy
Actualmente doña Guillermina tiene 20 nietos, 10 bisnietos y 8 tataranietos.
De acuerdo a la manifestación de una de sus hijas, Julia Cardozo, su madre hasta hoy realiza tareas de la cocina, lava ropas y camina sin muchos inconvenientes dentro del predio de la vivienda. También mencionó que su progenitora escucha bien y no tiene problema en la vista.
Encuentro con familiares cercanos
En otro momento, Julia expresó que lamentablemente este año no pudieron recibir la visita de varios hermanos que viven en otro lugar, debido al problema sanitario ocasionado por el coronavirus.
“Este año solamente acompañamos a nuestra madre los hermanos que conformamos el núcleo familiar, para no ocasionar ningún tipo de peligro que pueda poner en riesgo su salud a pesar de que ella es muy sana”, aseveró la mujer.
El año pasado Santaní cumplió 270 años, en su territorio se encuentra el Tapiracuái donde Doña Guillermina en parte ha desarrollado su vida y de alguna manera también ha visto pasar 100 años de existencia de este lugar fundado en 1749 como reducción de los indígenas Itatí.
