La novia lució un sobrio y delicado vestido con detalles de flores en un solo hombro confeccionado por Irene Peralta, y en el cabello un fino tocado fusionado con un largo velo confeccionado por Adriana Ortiz, quien también se encargó de la aplicación de las flores en el traje.
Una vez finalizada la ceremonia, los amigos y familiares de la pareja fueron al Salón Fundadores del Club Centenario, sitio donde se realizó la fiesta.
El decorador Armando Teme tuvo a su cargo la ambientación del lugar y el servicio gastronómico fue organizado por La Roca.
Previa a la llegada de los novios a la recepción, los invitados fueron servidos con aperitivos y bebidas varias.
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La coordinación general del acontecimiento fue manejado por Maura Galarza, la selección musical dirigida por el dj Martín Noé y los postres, tortas y chocolates fueron elaborados por La Briocha.
María Eugenia y Álvaro fueron de luna de miel a Nueva York y Miami.