Citas & Hechos

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Ana María Matute
Ana María Matute

La inocencia

“La fuerza más fuerte de todas es un corazón inocente”.

Víctor Hugo

(1802-1885)

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novelista francés.

“Son los inocentes y no los sabios los que resuelven las cuestiones difíciles”.

Pío Baroja

(1872-1956)

escritor español.

“Inocente es quien no necesita explicarse”.

Albert Camus

(1913-1960)

escritor francés.

“Nunca me he desprendido de la infancia, y eso se paga caro. La inocencia es un lujo que uno no se puede permitir y del que te quieren despertar a bofetadas”.

Ana María Matute

(1926-2014)

novelista española.

Los Reyes Magos

La noche del 5 de enero es pura magia e ilusión para los niños, que esperan con ansias que amanezca para recibir los regalos que pidieron por carta y dejaron en sus zapatos. A propósito, ¿de dónde viene la costumbre de dejar los calzados en la ventana la víspera de Reyes? La tradición cuenta que los Reyes Magos fueron al portal de Belén siguiendo una estrella que les indicaba el camino para ver al Niño Jesús, quien acababa de nacer. Al llegar, estos tres magos le ofrecieron tres regalos: oro, incienso y mirra. Por esto, cada año, cuando se acerca la Navidad, todos los niños empiezan a escribir sus cartas a: Melchor, Gaspar y Baltasar, y les cuentan lo bien que se han portado el año anterior y les piden los regalos que les gustaría tener el 6 de enero. Se supone que, cuanto mejor se haya portado el niño, mejor será el regalo que reciba esa mañana. Así también saben que, si se han portado muy mal, corren el riesgo de recibir un trozo de carbón. Los tres Reyes Magos viajan en camello cada año desde Oriente para visitar a todos los niños, por eso no se debe olvidar dejar agua y pasto para los camellos, y turrones para que los cansados viajeros recuperen fuerzas. Dicen que la costumbre de dejar los zapatos en la ventana tiene su origen en una curiosa leyenda: dos amigos del Niño Jesús, apenados de verle siempre descalzo debido a la pobreza de su familia, quisieron darle sus propios zapatos; pero como eran usados, en un intento de que parecieran nuevos, y darles mejor aspecto, los generosos niños se esforzaron en limpiarlos al máximo, así que los lavaron y los dejaron por la noche en el balcón para que se secaran. Al día siguiente, milagrosamente, los zapatos aparecieron llenos de regalos y dulces como premio a su buen corazón. Los Reyes Magos habían pasado aquella noche por allí y habían recompensado la bondad de los dos niños.

En la noche del 5 de enero, antes de dormir, los niños limpian sus zapatos y los colocan, generalmente, en la ventana de su cuarto. Solo de esta forma, los Reyes sabrán a quién dejar cada regalo. En la mañana del 6 de enero, Día de Reyes, los pequeños se levantan ansiosos, más temprano que nunca, para descubrir qué regalo les han dejado los Magos de Oriente en sus zapatos. Además, todos descubren con alegría que ya no queda agua ni turrón. De esta forma, la ilusión inunda cada casa.

Fuentes: https://www.donquijote.org/es / https://proverbia.net/

https://historia.nationalgeographic.com.es/

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