Los dientes y el corazón

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Cuando cuidamos los dientes, cuidamos el corazón. Esta premisa adquiere bastante fuerza si se analiza lo que ocurre por ejemplo, al conocer recientes estudios que hablan de que la periodontitis aumenta el riesgo de sucesos cardíacos como infarto o angina de pecho y hasta accidentes cerebrovasculares. La periodontitis es una infección en las encías.

Y cuando hablamos de dientes y corazón no podemos dejar de mencionar la incidencia que tiene el tabaco en el deterioro de ambos. La salud de los dientes y las encías tiene que ver con el cepillado correcto, el uso de hilo para evitar que se acumulen restos de comida entre las piezas dentales y una crema dental. También hay enjuagues especiales que recomiendan en ciertos casos los odontólogos.

La nutrición

Los dientes se empiezan a formar en el útero de la madre. Por eso una futura mamá tiene que cuidar los propios y alimentarse bien. Luego dar de mamar a su bebé y proteger esos primeros dientes con una suave limpieza de encías a partir de los seis meses, siempre con la indicación de su pediatra.

A medida que crecen los niños hay que enseñarles a realizar la higiene debida, pero también elegir buenos alimentos. Menos azúcar y más amor, insisten algunas expertas nutricionistas. Los alimentos ricos en calcio, como la leche, el queso y sus derivados, son necesarios.

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Cuidar los dientes y el corazón se inicia desde la más temprana edad con una dieta con frutas frescas y ácido fólico presente en vegetales verdes.