“La embarcación, de bandera griega, atracó en Venezuela el 15 de julio, permaneció tres días y siguió rumbo a Singapur, por el océano Atlántico, para aportar en Sudáfrica. El vertido investigado habría ocurrido en ese trayecto”, anunció la Policía Federal. Añadió que el derramamiento del crudo habría ocurrido a unos 700 Km de la costa brasileña “entre el 28 y 29 de julio” y que ese buque de bandera griega “era el único” que navegaba por esa zona, lo cual fue establecido mediante estudios “de geo-inteligencia y cálculos oceanográficos regresivos”.
La Policía Federal dijo que sus agentes hacían el viernes una serie de allanamientos a oficinas en Río de Janeiro de una empresa que estaría vinculada al barco de bandera griega, aunque no ofreció demasiados detalles sobre esa operación.
Las autoridades brasileñas ya habían determinado que el petróleo, por sus características, era de Venezuela, país al que el Gobierno de Jair Bolsonaro llegó a pedir que diera explicaciones por el desastre en las playas del noreste.
Según cálculos de responsables de la limpieza de las playas, algunas de las más visitadas de Brasil, hasta ahora han sido recogidas más de 1.000 toneladas de crudo. Las manchas de petróleo han llegado a 283 playas de 98 municipios de los nueve estados de la región nordeste y afectado al ecosistema de la zona. Al menos 109 animales han sido encontrados con vestigios de crudo, de los cuales 28 fueron rescatados con vida y 81 murieron, en su mayoría tortugas marinas. La demora del Gobierno en actuar frente al vertido generó una ola de críticas a la gestión medioambiental de Bolsonaro, que ya había sido objeto de protestas en esa área por los vastos incendios que afectaron la región amazónica.
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Pobladores lamentan
“Dejé de hacer mis cosas, mis obligaciones para venir a limpiar. Amo este lugar. No voy a quedarme de brazos cruzados. Si hay voluntarios que quieran venir a ayudarnos a seguir limpiando la playa, que vengan. Y que vuelvan los turistas, eso es lo que queremos”, dijo a la AFP Gláucia Dias de Lima, una vendedora de coco en la playa de Itapuama, unos 30 km al sur de Recife, la capital de Pernambuco.