Alarma que 98,1% de informales no tenga ningún estudio, indican

El vicepresidente de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), Christian Cieplik, expresó su preocupación por los recientes datos difundidos por la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (DGEEC), en su informe denominado “Ocupación Informal”.

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Cieplik asegura que esta situación se trata “de una verdadera bomba” y enfatizó en el altísimo porcentaje (98,1%) de personas que se encuentran en situación informal y que no posee ningún año de estudio así como que el 65,2% de la población, lo que representan 1.681.000 personas, se encuentran en una ocupación informal. “Esta es la verdadera bomba que en cualquier momento va a estallar, porque es el futuro inmediato, y marcará también lo que queremos como país. Si tenemos un 65,2% de la población en ocupación informal, cómo se podría conseguir equidad y cómo se podría pedir que sean formales, si semejante cantidad de personas apenas está subsistiendo y encima de todo (el 98,1%) no tiene instrucción alguna”, lamentó el empresario.

De acuerdo a la definición de ocupación informal, considerada por la DGEEC, en la que se han atendido las recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), adaptadas a la realidad y circunstancias del Paraguay, se concluye que las personas que pertenecen al sector informal, en el caso de las independientes, son aquellas quienes no están inscritas en el Registro único del Contribuyente (RUC) del Ministerio de Hacienda y para las dependientes, las que no aportan a un sistema de jubilación o pensión.

El principal dato revelado por el informe de la DGEEC refiere que en el periodo 2012-2017, la tasa de informalidad se mantuvo en alrededor del 65%, es decir, 6 de cada 10 personas de 15 años y más, ocupada en una actividad no agrícola, están trabajando en una ocupación informal. En 2017, 1.681.000 personas estuvieron ocupadas de manera informal.

Desde 2012 hasta el año pasado, aumentó en aproximadamente 240.000 personas la población ocupada en el sector informal, y otro dato alarmante refiere también que la tasa de informalidad femenina es mayor a la masculina, tanto en el área rural como en el urbano.

Debe revertirse 

Cieplik, quien además es presidente de la Cámara Paraguaya de Supermercados (Capasu) y vicepresidente de la Asociación Latinoamericana de Supermercados (ALAS), indicó que esta situación nos debe ocupar a todos y entre todos buscar la forma urgente de rever, para que los datos se transformen a la inversa (65% formales y 35% informales). Alertó, que si no se toma en serio este tema estamos avanzando hacia un camino sin retorno. 

“Esta gran cantidad de personas que forman parte de la informalidad (1.681.000) no tienen otra opción de trabajo, y por eso se encuentran justamente en actividades que se ubican por debajo de lo legalmente establecido y sin la más mínima cobertura de salud”, enfatizó.

Si a esto se agrega, apuntó, otra situación que aun es más alarmante, según Cieplik, al enfatizar que la mayoría de esta gran cantidad de personas que se encuentran en el segmento de la informalidad, no posee ningún estudio concluido. “Vale decir que están prácticamente condenados a subsistir el resto de sus vidas, a no ser de que encuentren un trabajo formal que les permitan estudiar a la par de su trabajo, de modo de recuperar lo que no han podido realizar en su momento, para tratar de aspirar a una vida mejor”, comentó.

Insistió en que a todos nos afecta mucho esta situación alarmante, que se desnuda con las nuevas estadísticas sobre la informalidad, ya que igualmente se deben asumir las responsabilidades todos por igual, considerando a la vez que existen alrededor de 519.000 empleados privados informales que están activando en una empresa formal, de los cuales aproximadamente 307.000 están ubicados en micro y pequeñas empresas.

“Esto significa también que hay un importante número de empleadores que no están cumpliendo con su gente”, remarcó.

Con relación a estas estadísticas afirmó que a este problema apunta el anteproyecto de ley de tiempo parcial, que se está trabajando en el Parlamento, impulsado por la UIP, que es una “propuesta que modifica el proyecto de ley original que regula el trabajo a tiempo parcial”, pero que en lo esencial mantiene las disposiciones iniciales. El contrato de trabajo a tiempo parcial tiene por objeto una actividad laboral subordinada de entre 16 y 32 horas semanales.

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