"El software acabará devorando al mundo"

Este artículo tiene 11 años de antigüedad
/pf/resources/images/abc-placeholder.png?d=2395

El software terminará “devorando el mundo”, aseguró Evan Henshaw-Plath, uno de los cofundadores de Twitter, tras advertir de que los experimentos científicos para manipular emociones desde la red no son algo residual, sino costumbre entre muchas empresas de software para crear productos “adictivos”.

Este informático estadounidense que vendió su parte en Twitter por solo una miseria, en contraste con su valor actual, es actualmente director general de NEO, empresa de software, con clientes como General Electric y la autoridad gestora de dominios ICANN.

Henshaw-Plath explicó que los juegos y las prácticas de experimentación psicológica en internet no son hoy por hoy cosa de unas pocas empresas tecnológicas, sino de la inmensa mayoría.

En este sentido, cabe recordar que Facebook ha reconocido recientemente que ha realizado experimentos científicos sobre el estado anímico de las personas a partir de perfiles de sus usuarios. La globalidad de internet, con todas sus virtudes, aunque con riesgos –según dicho–, está poniendo al alcance de cualquiera una infinidad de datos y herramientas en tiempo real con los que investigar de forma inmediata cualquier posible reacción social en todo el mundo.

Como con cualquier otro producto “adictivo”, también “las técnicas que se están desarrollando por gran parte de la industria del software buscan causar alteraciones químico-cerebrales para enganchar a los usuarios”, añadió.

Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy

Bajo esa filosofía adictiva funcionan juegos tan populares como “Angry Birds”, o servicios como Facebook y otras redes sociales, que incitan al usuario a estar siempre pendiente de la pantalla del móvil.

“El software terminará devorando el mundo”, insistió, y eso impondrá cambios sociales contundentes, por ejemplo, en la forma de recordar.

Finalmente, el informático destacó que la evolución de la llamada “internet de las cosas”, con un mundo cada vez más conectado y sensores por todas partes, podría desatar todavía más este tipo de juegos de experimentación social en línea.