La decisión de no leer más e-mails, no descargar más películas ni verlas en streaming, ni realizar pagos en línea, comenzó en la medianoche del 30 de abril de 2012 y terminó este año el 1 de mayo. Un desafío de proporciones para un periodista especializado en nuevas tecnologías, que pasaba unas 12 horas diarias conectado. En su idealización, podría manejar mejor su tiempo, dar lugar a más creatividad, “convertirse en mejor amigo, mejor hijo y hermano... un mejor Paul” , como lo escribió en su momento. “La mayor parte de las semanas no encontré a nadie. Mi lugar favorito era el sillón”, señaló Paul. “Sin internet es mucho más difícil encontrarse con la gente”, subrayó Miller. Al fin y al cabo, concluyó que internet –el monstruo que supuestamente aísla al ser humano– no es la fuente de todos los males: no es una “búsqueda individual, sino algo que hacemos con los demás. Internet es el lugar donde está la gente”.
08 de mayo de 2013 - 22:05
“Internet no aísla, es el lugar donde está la gente”
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