Cargando...
Trabajaremos hoy con ejercicios que estimulan la comprensión del vocabulario.
1. Lee con atención el fragmento de CAPERUCITA EN MANHATTAN, de Carmen Martín Gaite.
Si le preguntaban dónde vivía, contestaba que de día dentro de la estatua de la Libertad, en estado de letargo, y de noche, pues por allí, en el barrio donde estuviera cuando se lo estaban preguntando. Haciendo compañía a los solitarios como ella, a todos los que pululan por los garitos de mala vida y duermen en bancos públicos, casas en ruinas y pasos subterráneos. Confesaba tener ciento setenta y cinco años, y en caso de no ser verdad, habría que admirarla cuando menos por su conocimiento de la Historia Universal a partir de la muerte de Napoleón […] Había gente que se reía de ella, pero en general se le tenía respeto, no solo porque no hacía daño a nadie, era discreta y se explicaba con gran propiedad —siempre con un leve acento francés.
Un veterano comisario del distrito de Harlem, fascinado por la valentía de miss Lunatic, sus múltiples contactos con gente del hampa y su talento para testificar en los casos difíciles, la mandó llamar una tarde de invierno para proponerle un trato. Se le asignaría una suma bastante importante de dinero, si se prestaba a colaborar como confidente de la Policía. Ella se indignó. Informar a las autoridades de que había un fuego, se había caído el alero de un tejado o se necesitaba urgentemente una ambulancia era algo muy diferente a convertirse en acusica. Ni que estuviera loca. Y en cuanto al dinero, muchas gracias, pero no la tentaba. —¿Para qué necesito yo el dinero, míster O’Connor? —preguntó—. ¿Me lo quiere usted decir? Tenía las manos cruzadas sobre la mesa, y el comisario se fijó en aquellos dedos deformados por el reuma y enrojecidos por el frío. —Para asegurarse la vejez —dijo. Miss Lunatic se echó a reír. —Perdone, señor, pero llegué a Manhattan en 1885 —dijo—. ¿No le parece que he dado pruebas suficientes de saber asegurarme yo sola la vejez? El comisario O’Connor la contempló con curiosidad desde el otro lado de la mesa. —¿En 1885? ¿El mismo año que trajeron aquí la estatua de la Libertad? — preguntó. En los labios de miss Lunatic se dibujó una sonrisa de nostalgia. —Exactamente, señor. Pero le ruego que no me someta a ningún interrogatorio. —Solamente contésteme a una cosa —dijo él—. He oído decir que no tiene usted ingresos conocidos. Y que tampoco pide limosna. —Es verdad, ¿y qué? —Tranquilícese, le aseguro que no se trata de una investigación policíaca. Solo pretendo ayudarla. ¿Es que no le interesa el dinero? —No; porque se ha convertido en meta y nos impide disfrutar del camino por donde vamos andando. Además ni siquiera es bonito, como antes, cuando se gozaba de su tacto como del de una joya. El comisario observó que, mientras miss Lunatic decía aquellas palabras, acariciaba unas monedas muy raras que había sacado de una bolsita de terciopelo verde, y jugueteaba con ellas. No eran de gran tamaño, despedían un fulgor verdoso, y parecían muy antiguas. […]—Ahora ya no —continuó tras un suspiro—. Ahora el dinero son viles papeluchos arrugados. —Todo lo papeluchos que usted quiera —interrumpió el comisario—, pero hacen falta para vivir. —Eso suele decirse, sí. Para vivir… Pero ¿a qué llaman vivir? Para mí vivir es no tener prisa, contemplar las cosas, prestar oído a las cuitas ajenas, sentir curiosidad y compasión, no decir mentiras, compartir con los vivos un vaso de vino o un trozo de pan, acordarse con orgullo de la lección de los muertos […]… Vivir es saber estar solo para aprender a estar en compañía, y vivir es explicarse y llorar… y vivir es reírse… He conocido a mucha gente a lo largo de mi vida, comisario, y créame, en nombre de ganar dinero para vivir, se lo toman tan en serio que se olvidan de vivir.
Recuperado de http://www.edu.xunta.gal/centros/iespedraaguia/system/files/Libro%20Caperucita20en%20Manhattan.pdf
2. Vocabulario contextual
Analiza las palabras resaltadas en el texto.
2.1 El vocablo «letargo» se emplea en el texto con el sentido de:
a. Vigilancia.
b. Inquietud.
c. Inactividad.
d. Vitalidad.
2.2 La frase «se explicaba con gran propiedad» se refiere a que:
a. La explicación fue exagerada e incompleta.
b. La explicación fue precisa y clara.
c. La explicación fue breve y superficial.
d. La explicación fue confusa e incomprensible.
2.3 La frase «despedían un fulgor verdoso» indica que:
a. Estaban diciendo adiós con un brillo verde.
b. Emitían una luz muy intensa y de color verde.
c. Despedían un destello verdoso.
d. Era una luz opaca, sin vida.
2.4 La frase «prestar oído a las cuitas ajenas» significa que:
a. Ignora los problemas de los demás.
b. Comparte los problemas propios con los demás.
c. Escucha los problemas de los demás.
d. Resuelve los problemas de los demás.
3. Explica con tus propias palabras el significado de las siguientes frases:
3.1 «He conocido a mucha gente a lo largo de mi vida, comisario, y créame, en nombre de ganar dinero para vivir, se lo toman tan en serio que se olvidan de vivir».
3.2 ¿Para qué quiere vivir miss Lunatic?