“Sentimos que está pasando un poco lo del año pasado que hicimos tres funciones de ‘La noche antes’ y se vino un año de total oscuridad teatral. Ahora que empezábamos con ‘Los amantes de la Casa Azul’, con bastante buena respuesta del público dentro de lo que el protocolo actual permite, aparece de nuevo esto”, lamentó Ardissone, director del Arlequín Teatro.
El pasado viernes la compañía había estrenado “Los amantes de la Casa Azul”, una obra de Mario Diament que se centra en la relación de Frida Kahlo y León Trotsky, pero las medidas sanitarias obligaron a reprogramar las funciones previstas para este fin de semana.
“Estamos realmente muy sentidos, angustiados y rabiosos también por la forma en que nos tratan a la gente de la cultura”, expresó Ardissone, señalando que su sala teatral logró subsistir el año pasado gracias a la emisión de unos “bonos solidarios” que fueron adquiridos por el público.
“Eso nos permitió llegar apretadamente a fin de año. Estamos en marzo y el teatro, Arlequín por lo menos, tiene compromisos con la gente que trabaja ahí, con los pagos de servicios públicos, reposición de lámparas que cada una cuesta como mínimo G. 300.000”, detalló el director y empresario teatral.
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Añadió que desde la reapertura de la sala cumplieron a rajatabla con el protocolo sanitario y que “la gente que fue a vernos puede dar fe de esto”.
“Lo urgente es parar por los contagios, pero mientras que nos encerramos ellos tienen que trabajar en una política de Estado para que cuando salgamos tengamos todas las garantías para seguir”, expresó por su parte el director y productor teatral Roberto Cardozo, cuya obra “Todo sobre el Tatami” también tenía previstas funciones para este fin de semana.
El artista cuestionó duramente la falta de propuestas desde el gobierno para los trabajadores culturales, detallando que el año pasado solamente accedió dos veces al “Pytyvõ” y no fue elegido para el subsidio de artistas por estar incluido en el régimen del IRP.
“Es urgente cerrar para no contagiarse, pero también es urgente comer. Al final todos, de aquí a corto plazo, vamos a estar muy mal. A mí me preocupa la rabia de la gente”, añadió.
Cardozo sufrió en carne propia los efectos del covid-19, que el año pasado le provocó una neumonía que lo mantuvo hospitalizado por varios días. “Ya viví la enfermedad, ya viví la pobreza de esta situación. Estoy viviendo un confinamiento de vuelta, pero tiene que haber una salida”, expresó. Agregó que dicha salida será imposible sin una política de estado, enfatizando la necesidad de potenciar la vacunación.
Otros espectáculos que también serán pospuestos son la obra teatral “Tóxica”, prevista para este fin de semana en la Manzana de la Rivera; y la puesta de la compañía de danzas “Master Ballet”.
“Situación desastrosa”
Hansel Biedermann, director de la empresa Mediagroup SRL, afirmó que la situación de la salas de cine “es desastrosa y calamitosa” y que los efectos de la restricciones ya se empezaron a sentir a raíz de la confusión generada por el anterior decreto.
“Esto afectó a un sector que venía cumpliendo, haciendo un esfuerzo. Al sector informal que no se estaba cuidando, que no se estaba aislando no le afectó para nada”, lamentó el empresario.
“Para volver a abrir, suponiendo que todo sale bien y que en ocho días volvemos a abrir, vamos a estar en una condición totalmente catastrófica con la cual ya no sé si vamos a poder soportar con nuestros recursos propios como lo veníamos haciendo”, detalló. Agregó que en caso de extenderse la restricción más allá del 4 de abril varias salas de cine podrían cerrar definitivamente.
Agregó que en las últimas semanas “las perspectivas eran muy buenas” y estaban “retomando números interesantes” en la taquilla tras presentar tres grandes estrenos, pero que la reapertura requerirá de una ayuda como prórrogas o recalendarización de pagos previsionales o impositivos.