Ya en 1902 George Méliès embarcó a una expedición de científicos, sin escafandras ni trajes espaciales, en un cohete que estampó en el ojo derecho de la luna, una imagen en blanco y negro que se convirtió en un icono de los inicios del cine.
Todo eso cuando ni siquiera existía la televisión ni el hombre había pilotado una nave espacial, muchas de las cosas que aparecían en las películas de época y que venían del imaginario de los guionistas y directores.
Es el caso de la cuenta atrás antes de un lanzamiento espacial, que apareció por primera en "La mujer en la Luna" ("Woman in the Moon", 1929) de Fritz Lang, una cinta muda que fantaseaba con la idea de realizar el primer viaje a ese satélite. Al director le interesaba tener el máximo suspense en la película, por lo que a la hora de realizar el lanzamiento se le ocurrió que la mejor manera era hacer una cuenta regresiva.
El Stanley Kubrick de 1968 también se adelantó a los planes de la NASA con su cinta "2001: Una odisea del espacio" ("A Space Odyssey"), que narra los diversos periodos de la historia de la humanidad, no solo del pasado, sino también del futuro, y con la que marcó un hito audiovisual por sus revolucionarios efectos especiales y su realismo científico.
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El viaje por el espacio pasó durante el siglo XX de la imaginación a algo real y ese proceso fue un impulsor de fantasías que el séptimo arte supo explotar a través del género de ciencia ficción y con el que ha llegado mucho más lejos que toda la flota de cohetes de las agencias aeroespaciales del mundo.
La ficción ha hecho especial énfasis en lo vasto que es el universo comparado con la pequeñez de la Tierra.
Y eso es lo que muestra perfectamente la película de Christopher Nolan "Interestellar" (2014), en la que dos astronautas -Matthew McConaughey y Anne Hathaway- buscan un reemplazo habitable para un planeta Tierra desolado, mientras que los científicos Jessica Chastin y Michael Caine intentan descifrar los códigos relacionados con la supervivencia de la humanidad.
Más angustioso fue el thriller espacial de Alfonso Cuarón, "Gravity" (2013), con una astronauta primeriza, interpretada por Sandra Bullock, vagando por el espacio (paseo inaudito que incluye la Estación Espacial Internacional) tras fallar los trabajos de mantenimiento que realiza junto a su compañero (George Clooney).
Otras cintas que se subieron en una nave espacial para explorar lugares donde nadie ha podido llegar son "Moon" (2009), de Duncan Jones; "First man" (2018), de Damien Chazelle, que adapta la biografía de Neil Amstrong (Ryan Gosling), o "Ad Astra" (2019), de James Gray y con Brad Pitt, que elabora una reflexión sobre la paternidad entre persecuciones sobre la superficie de la luna y descubrimientos sorprendentes.
Sin olvidar "Marte" ("The Martian", 2015), un intento de Ridley Scott con Matt Damon de protagonista de aportar realismo a la vida en ese planeta, aunque la supervivencia del protagonista parece más cosa de McGyver que de un astronauta avezado.
En cuanto al género de ciencia ficción puro y duro, en el espacio destacan las famosas sagas de "Alien" y "Star War". Ambas dejaron huella tanto en la tierra como en el firmamento con sus míticas frases: "En el espacio, nadie puede oírte gritar" o "Hace mucho tiempo, en una galaxia muy muy lejana…", respectivamente.
El cine de animación también ha querido hacerse un hueco entre las películas del espacio con "El planeta del tesoro" (2002); "Wall-E" (2008), la entrañable historia de un robot limpia basuras que conoce a una robot más avanzada, o la españolas "Planet 51" (2009) y "Atrapa la bandera" (2015).
A pesar de la multiplicidad de géneros e historias que hay entre las cintas del espacio, todas ellas tienen algo en común, y es que se han rodado en la Tierra echando mano de los efectos especiales. Por ello, la cinta rusa "El desafío", de Klim Shipenko y protagonizada por Yulia Peresild, supondrá un antes y un después en la historia del cine.
Y además los rusos toman la delantera a los estadounidenses, que tenían pensado rodar una cinta en el espacio con Tom Cruise como protagonista.