“Está bien porque genera técnicos, muchas ventanas de salida y trabajo, pero tiene que estar combinado con una política de Estado que permita generar proyectos y productos propios en los cuales las ideas y el desarrollo se queden en los autores uruguayos”, insistió Besuievsky a EFE con motivo de la lectura de su "Carta de amor al cine iberoamericano" en la Casa de América de Madrid.
A finales de 2021 la marca sectorial nacional "Uruguay Audiovisual" aseguró que el país sudamericano se está posicionando como “Hub audiovisual en Latinoamérica" gracias a incentivos fiscales como el “cash rebate” (reembolso en efectivo) para servicios de producción o la exoneración de impuestos.
Aunque la productora aseguró que el cine uruguayo “está maduro” y cuenta con “muy buenos autores”, insistió en la necesidad de que “sigan creciendo los fondos” para este sector en el que, cuando ella empezó a finales de los años 80, “ni había fondos ni había nada”.
Este “tejido industrial”, según explicó Besuievsky a EFE, comenzó a madurar a propósito de “El dirigible” (Dotta, 1994), primer largometraje uruguayo seleccionado para el Festival de Cannes del que la productora formó parte, con el apoyo de fondos franceses, mexicanos y Channel 4 (Inglaterra).
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“A raíz de `El dirigible´ se fundó el Instituto de Cine y todos los cineastas empezaron a intentar encontrar fondos”, agregó al tiempo que definió esta producción como “una revolución para Uruguay” en la medida en que había escenas que eran como “un milagro” y más propias de una “superproducción”.
Más allá de esta pieza audiovisual, la productora destacó como películas que “cambiaron y transformaron” su relación con el cine: “Botines de guerra” (Blausten, 2000), un documental que recupera la lucha de las abuelas de la Plaza de Mayo y que tiene la novedad de incluir las voces de los nietos, “Hermanas” (Solomonoff, 2005) o “Lista de espera” (Tabío, 2000) ambientada en Cuba.
De las realizadas en Uruguay señaló el trabajo de documentación para la producción de “La noche de 12 años” (Brechner, 2018), a través de los testimonios del expresidente José Mujica, el escritor Mauricio Rosencof y el exministro de Defensa Eleuterio Fernández Huidobro, como miembros del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros que estuvieron presos.
