La manifestación en el elegante Paseo de Gracia es convocada por la entidad Sociedad Civil Catalana (SCC), que ya organizó grandes movilizaciones en el fragor de la tentativa de secesión de Cataluña en 2017, y es respaldada por los partidos antiseparatistas españoles.
Ocurrirá un día después de que los independentistas volvieran a salir en masa a protestar contra las condenas a penas de hasta 13 años de cárcel a nueve de sus líderes por los hechos de 2017, en una jornada que culminó en nuevos choques entre manifestantes y la policía.
El sábado en la tarde, 350.000 personas marcharon pacíficamente por la libertad de los presos, bajo un mar de banderas independentistas.
Por la noche, 10.000 personas, en su mayoría jóvenes, se apostaron frente a la jefatura de la Policía Nacional en Barcelona para repudiar la “represión policial” de los últimos días.
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Los manifestantes, muchos con el rostro cubierto, lanzaron botellas, petardos y pelotas contra la policía, que respondió con porrazos y balas de foam para dispersarlos.
En total, 44 personas recibieron atención médica, de los cuales 29 agentes de la policía, uno de ellos con una fractura en la rodilla, informaron los servicios sanitarios y la policía. Además, hubo 3 detenidos.
Respuesta a la violencia
Fue el resurgir de una violencia que se había sosegado luego de fuertes disturbios registrados en Barcelona y otras ciudades catalanas a raíz de la sentencia del Tribunal Supremo del lunes 14 de octubre.
Ese mismo día, miles de personas bloquearon parcialmente el aeropuerto barcelonés del Prat y de martes a viernes las manifestaciones independentistas se tiñeron de violencia, con escenas de guerrilla urbana, dejando unos 600 heridos, la mitad de ellos policías, y 200 detenidos.
Precisamente contra esa violencia tienen previsto marchar este domingo los antiindependentistas, en esta región nororiental de 7,5 millones de habitantes fuertemente divididos sobre la independencia.
“Por la concordia, por Cataluña, ¡basta!”, anuncia la convocatoria de la SCC, una entidad que dice querer dar voz a la “mayoría silenciada” que no quiere separarse de España.
Hay que “recordar que también estamos aquí, que somos mayoría los no independentistas, y ese es un mensaje importante para Cataluña, para España y el mundo, donde muchas veces se confunde el independentismo con Cataluña”, dijo a la AFP el viernes el presidente de SCC, Fernando Sánchez Costa. Los Comités de Defensa de la República (CDR), al frente de la protesta la noche del sábado, llamaron a una nueva concentración coincidiendo con la de los antiindependentistas, pero en otra zona de Barcelona, rebajando el peligro de enfrentamientos.
En plena campaña
La marcha por la unión de España estará acompañada por miembros del gobierno socialista español, pero también por los líderes del Partido Popular (derecha), Pablo Casado, y Ciudadanos (centroderecha), Albert Rivera, a dos semanas de las legislativas del 10 de noviembre.
En plena campaña, Casado y Rivera exigen medidas excepcionales ante la violencia en Cataluña y acusan al presidente del gobierno, Pedro Sánchez, de ser débil frente a los independentistas, cuyo apoyo ayudó al líder socialista a llegar al poder, mediante una moción de censura contra el anterior gobierno conservador de Mariano Rajoy, en junio de 2018.
El partido de ultraderecha Vox, muy duro contra el separatismo catalán, reunió el sábado en Madrid a 20.000 personas. “Frente a las traiciones del Partido Socialista, solo está Vox, y (...) frente al separatismo criminal, solo está Vox”, afirmó su líder Santiago Abascal. En medio de encuestas desalentadoras para los socialistas, que se estancan mientras la derecha sube, Sánchez busca mostrar firmeza ante el presidente catalán, el independentista Quim Torra. Ha desoído sus llamados a una “negociación sin condiciones” para resolver la crisis y le pide que dialogue primero con la mitad no independentista de Cataluña.