El primer ministro nipón, Yoshihide Suga, comunicó esta decisión durante una reunión con el grupo de trabajo para la pandemia del Ejecutivo celebrada este jueves, tras obtener antes el visto bueno del panel de expertos que asesora al Gobierno.
“Declaro el levantamiento de la alerta sanitaria, aunque mantendremos medidas generales (anti-contagios) debido a que todavía hay preocupación sobre un posible repunte”, dijo el líder nipón en su intervención, recogida por los medios locales.
La emergencia sanitaria, que permanecía impuesta desde el pasado 7 de enero en Tokio y las colindantes prefecturas de Chiba, Kanagawa y Saitama, se levantará el día 21, tal y como había previsto el Ejecutivo tras extender esa medida excepcional en dos ocasiones para la región capitalina.
El estado de emergencia en Japón no implica confinamiento, pero sí la recomendación a la población de evitar salidas innecesarias, además de la restricción de horarios de bares y restaurantes, la recomendación de aplicar el teletrabajo y la limitación de aforo en eventos multitudinarios.
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Suga detalló que, pese al levantamiento de la emergencia, se mantendrán las limitaciones para bares y restaurantes, y se tomarán otras medidas como “fortalecer la vigilancia de las nuevas cepas”, la “realización de test de forma estratégica” e “impulsar una vacunación segura y rápida”.
El número de contagios diarios se ha reducido de forma significativa desde el inicio del estado de emergencia, aunque este descenso se ha ralentizado o incluso repuntado en prefecturas como Tokio, la más afectada por el virus, donde este miércoles se dieron 409 contagios, la mayor cifra desde mediados de febrero.
Japón suma hasta la fecha más de 452.000 contagios de coronavirus y 8.739 fallecimientos.