"Varía mucho el número de los que llegan. Hay trenes con diez refugiados y otros con más de mil. El promedio diario de llegadas a Budapest es de entre 4.000 y 6.000", explica a Efe Tibor Nagy, coordinador de la oficina de emergencia que la Cruz Roja húngara ha dispuesto en la estación de Nyugati de Budapest.
El 95 % de quienes llegan a Budapest ya tienen planes de adónde quieren continuar y en un máximo de dos días salen del país hacia sus destinos, agrega Nagy.
Los demás, en su inmensa mayoría ucranianos, pide asistencia en el país, añade.
Según datos de la oficina de emigración, hasta el momento tan sólo 676 personas han pedido oficialmente asilo en el país centroeuropeo.
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No todos los que llegan a Budapest huyendo del ataque ruso son ucranianos.
Hoy al mediodía, por ejemplo, de uno de los trenes bajaron más de un centenar de estudiantes de la India.
Con todo, la estación de Nyugati se ha convertido en los últimos días en el punto estratégico desde donde los refugiados siguen hacia sus destinos, sea en el extranjero o en los centros de acogida del país.
CRÍTICAS DE ORBÁN...
Ante el aluvión de personas, el Gobierno húngaro ha denunciado que la Unión Europea no está prestando ayuda.
"Yo no sé qué están haciendo en Bruselas y cuándo darán dinero. Ahora es nuestro problema, tenemos que resolverlo", dijo hoy el primer ministro, Viktor Orbán, en una charla en la radio pública Kossuth.
El Gobierno del ultranacionalista Orbán ha cambiado su discurso y llama ahora "refugiados" a los que cruzan la frontera huyendo de la guerra.
A los sirios o iraquíes que llegaban escapando de los conflictos en sus países en 2015 Orbán los calificó de inmigrantes en el mejor de los casos, aunque también se refirió a ellos como invasores.
El Gobierno húngaro cerró entonces sus fronteras con alambradas, aplicó por sistema la expulsión en caliente de inmigrantes hacia la vecina Serbia, impuso una estricta legislación anti-inmigración y se negó a colaborar en el sistema de acogida solidaria de refugiados propuesto por la Comisión Europea.
El Gobierno argumenta ahora que Hungría debe ofrecer asilo al ser el primer país seguro al que llegan los refugiados, en cumplimiento de la legislación internacional.
... Y SOLIDARIDAD DE LOS HÚNGAROS
Mientras, la respuesta solidaria de los húngaros ha sido tal que los donativos de material y comida son tan grandes que es difícil de manejarlos logísticamente, por lo que se van enviando a otros centros de acogida en todo el país, explica a Efe un voluntario que trabaja en la estación atendiendo a los refugiados.
De hecho, en la página de la organización de ayuda social Budapest Bike Maffia ésta pide que quienes quieran ayudar pregunten primero cuándo y qué tipo de donaciones hacen falta.
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