Según el parte castrense, divulgado por las agencias locales, los rusos han perdido en esta última jornada 57 soldados, seis vehículos blindados y otros tres motorizados en el frente sureño.
En la ocupada región de Jersón, el mando militar ucraniano denunció que los rusos quieren ejecutar "una trampa legislativa con la convocatoria de un pseudo-referéndum para la inclusión de esta área en la Federación Rusa".
Sin embargo, según los ucranianos, "las banderas ucranianas están visibles en todas las calles de Jersón como evidencia de que la población no acepta los símbolos, el poder y la forma de vida impuesta por el enemigo".
Mientras, en la región de Mykolaiv, las fuerzas rusas continuaron bombardeando instalaciones industriales, infraestructura urbana y suburbana con artillería y lanzacohetes.
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Al hacerlo, "el enemigo quiere ejercer presión psicológica sobre los civiles, tratando de obligarlos a aceptar el nuevo sistema (político y administrativo) impuesto por los rusos", señaló el parte.
En la región costera de Odesa, en el suroeste del país, los rusos continúan desestabilizando la situación con ataques para crear un corredor terrestre desde la ocupada Crimea hasta Transnistria, en la vecina Moldavia.
El grupo naval ruso en el Mar Negro consta actualmente, según los ucranianos, de cuatro barcos y dos submarinos que transportan más de 30 misiles de crucero Kalibr.