"Esta disolución del Frente Nacional para la Defensa de la Constitución (FNDC) es una grave violación de las libertades de asociación y de reunión pacífica reconocidas por la Constitución guineana", indicó la directora adjunta de la oficina de AI en África occidental y central, Habibatou Gologo, en un comunicado.
"El FNDC ha desempeñado un papel fundamental en la promoción y el avance de los derechos humanos en Guinea", agregó Gologo, al solicitar a las autoridades que restablezcan esta plataforma conformada por la sociedad civil, sindicatos y partidos opositores, y garanticen la libertad de expresión y de asociación.
La disolución del FNDC se efectuó a través de un decreto firmado el pasado 6 de agosto por el ministro de Administración territorial y descentralización, Mory Condé, pero que se hizo público dos días después.
La junta militar indicó que dicho movimiento "se ha caracterizado por la vía de la violencia sobre las personas, la degradación y destrucción de bienes públicos y privados, los actos de incitación al odio o la discriminación de las personas por su origen o ideología".
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Igualmente, argumentó que sus acciones en lugares públicos son propias de "un grupo de combate o milicias privadas", que atacan a personas "que no comparten su ideología" y utilizan a niños de entre 10 y 13 años en sus protestas.
AI indicó estar "sorprendida por estas acusaciones, ya que siempre ha supervisado y documentado las recientes manifestaciones del FNDC, que eran de carácter pacífico".
No obstante, remarcó "el uso excesivo de la fuerza y la represión durante estas manifestaciones".
La disolución del FNDC tuvo lugar el mismo día que el movimiento anunció una manifestación para el 17 de agosto pidiendo un marco "creíble" de diálogo entre la junta militar, los actores políticos y la sociedad civil.
También exigía la fijación de un plazo "razonable y consensuado" de la duración de la transición, fijada en 36 meses por la junta militar, y el respecto de los derechos y libertades fundamentales, como el de manifestarse, prohibido desde el pasado 13 de mayo.
Los pasados 28 y 29 de julio, el FNDC realizó protestas en las que al menos murieron cinco personas y varios activistas y opositores fueron detenidos.
Guinea-Conakri está dirigida por una junta militar desde el 5 de septiembre de 2021, cuando miembros del Grupo de Fuerzas Especiales del Ejército liderados por el coronel Mamadi Doumbouya dieron un golpe de Estado y derrocaron al entonces presidente desde 2010, Alpha Condé, de 84 años.
El FNDC se creó en 2019 para manifestarse contra el polémico tercer mandato presidencial de Condé (no permitido por la Constitución), que se mantuvo en el poder tras organizar un referéndum para cambiar de Carta Magna aprobado con un 91,5 % a favor.
Guinea-Conakri es uno de los países más pobres del mundo, pero posee un importante potencial minero, hidráulico y agrícola y sus reservas de bauxita -materia prima para producir aluminio- se encuentran entre las más importantes del planeta.