El Gobierno de Meloni se prepara para enfrentar la ola inflacionaria, crisis energética y riesgo de una recesión en la tercera economía de la zona euro.
En su primeros días de administración subrayó que su Gobierno seguirá siendo un socio fiable dentro de la UE y de la OTAN.
La política exterior del nuevo Ejecutivo ha sido motivo de debate antes de que haya arrancado siquiera a andar a raíz de las confesiones prorrusas del líder de Forza Italia, Silvio Berlusconi, una de las tres patas sobre las que se sustenta la coalición. Antonio Tajani, número dos de esta formación, ejerce de ministro de Exteriores.
Meloni ha reivindicado en su primer discurso ante el Parlamento, previo a la votación de una cuestión de confianza, que será leal con la OTAN y también con la UE, independientemente de que reclame reformas para mejorar en eficacia.
“En los últimos días, algunos han dicho que quieren vigilar a nuestro país. Diría que pueden dedicar su tiempo a otras cosas”, ha avisado, en una aparente réplica a pronunciamientos como los realizados por el Gobierno francés, que expresó públicamente cierto recelo tras el ascenso ultraderechista en Italia.
“En esta sala hay fuerzas de oposición capaces de que su voz se oiga sin ayuda externa, espero”, ha añadido la líder de Hermanos de Italia, antes de sugerir que cualquier crítica externa sería una “falta de respeto” a todo el país. “No a mí ni a mi Gobierno”, ha apostillado, según la agencia AdnKronos.
Programa de gobierno
La líder de 45 años, quien el sábado juró como primera mujer en gobernar Italia, deberá exponer su propuesta para enfrentar la ola inflacionaria, una crisis energética y el riesgo de una recesión en la tercera economía de la zona euro.
Meloni presentará un “manifiesto programático” , según fuentes del gobierno, dirigido a poner en marcha “el compromiso asumido con los italianos en la campaña electoral” .
La cámara baja del Parlamento y el Senado celebrarán votos de confianza separados sobre el gobierno de Meloni, el más derechista en Italia desde la Segunda Guerra Mundial.
Las votaciones, que podrían celebrarse entre esta noche y la madrugada del miércoles (mañana), son formalidades porque su coalición tiene cómodas mayorías legislativas.
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Recuperación
La economía italiana se recuperó de una profunda recesión causada por los cierres sanitarios de 2020, en plena pandemia, pero aún lucha con una deuda equivalente a 150% de su PIB.
Y la guerra en Ucrania amenaza con provocar una nueva contracción en 2023, según el Fondo Monetario Internacional.
Una clave para el crecimiento de Italia son los casi 200.000 millones de euros disponibles en donaciones y préstamos del fondo de recuperación pospandémico de la UE.
Pero ese dinero depende de que Roma adopte grandes reformas para 2026, desde la justicia criminal hasta la administración pública.