"Italia es el único país que organiza corredores humanitarios. Es una forma clara de decir 'no' a los traficantes de personas y 'sí' a una vía regular y controlada para los inmigrantes que no conduzca luego a la penuria, sino a una forma de integración", aseguró el vicepresidente italiano y ministro de Exteriores, Antonio Tajani, en el aeropuerto de Fiumicino.
Mediante este corredor humanitario, el ejecutivo italiano prevé la llegada al país de 500 refugiados por vía oficial, cifra que queda lejos de los más 88.000 migrantes que han utilizado la ruta del Mediterráneo central para poner un pie en Europa desde el pasado 1 de enero.
El acto de bienvenida a los refugiados, que aterrizaron este mediodía en el aeropuerto romano de Fiumicino, contó con la representante de ACNUR en Italia, Chiara Cardoletti, así como los presidentes de la Comunidad de Sant'Egidio y de la Federación de Iglesias Evangélicas de Italia.
Por parte del Ejecutivo italiano estuvieron Tajani y el ministro del Interior, Matteo Piantedosi.
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Precisamente Piantedosi defendió hace unas semanas un decreto por el que los barcos humanitarios solo podrán desembarcar en territorio italiano a las personas consideradas vulnerables según criterios médicos, mientras que el resto de migrantes rescatados deberán ser devueltos a aguas internacionales.