El partido populista GERB recibe encargo de formar Gobierno en Bulgaria

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Sofía, 5 dic (EFE).- Nikolai Gabrovski, un médico sin afiliación política pero respaldado por el partido conservador GERB, ha recibido el encargo de formar Gobierno en Bulgaria tras las elecciones del pasado 2 de octubre, aunque será difícil que logre apoyos suficientes en un Parlamento dividido sobre las políticas anticorrupción y la relación con Rusia por la guerra de Ucrania.

El presidente de Bulgaria, Rumen Radev, ha dado el encargo al candidato del GERB, que sigue dirigido por el ex primer ministro populista Boiko Borisov, que dominó la política en el país entre 2009 y 2021.

El GERB, con 67 diputados del total 240 escaños, fue el ganador de las elecciones del 2 de octubre, las cuartas en 18 meses, y de las que volvió a salir un Parlamento muy fragmentado, donde los bloqueos entre partidos hacen muy difícil formar una mayoría de Gobierno.

Los únicos posibles socios aparentes del GERB son el Movimiento de Derechos y Libertades (DPS), que formalmente aglutina el voto étnico turco y al que se considera, junto al partido de Borisov, parte del modelo de corrupción y nepotismo que ha favorecido a la oligarquía económica durante la última década.

También podría contar con el apoyo de Bulgaria en Auge, con posiciones prorusas.

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En cualquier caso, esas tres formaciones se quedarían a seis escaños de la mayoría absoluta de 121 diputados.

Si el GERB fracasa, le tocará el turno al ex primer ministro europeísta Kiril Petkov, cuyo Gobierno reformista y anticorrupción cayó el pasado junio en tras siete meses en el poder por una moción de censura del GERB.

Petkov ha anunciado que no intentará formar Ejecutivo a no ser que se retire la enmienda de la ley electoral que recupera el voto con papeleta, eliminado antes en favor del voto con máquinas.

Este cambio, impulsado por GERB, el partido socialista BSP y el DPS, es visto por las formaciones europeístas como un intento de facilitar el fraude electoral.

Si fracasan tres intentos de formar Gobierno, el presidente tendría que convocar nuevas elecciones, las quintas en dos años, para marzo del año que viene.