Según un comunicado de las FSD, en las áreas bajo su control fallecieron 59 civiles a causa de acciones perpetradas por Ankara; mientras que 44 soldados turcos, 22 de sus milicianos aliados y 387 yihadistas fueron eliminados en una serie de operaciones de los kurdosirios a lo largo del año.
La gran mayoría de los combatientes del EI perecieron durante un prolongado motín llevado a cabo el pasado enero con ayuda del exterior en una cárcel con prisioneros del grupo en Al Hasaka (noreste), mientras que otros doce fueron abatidos en operaciones no relacionadas con el levantamiento.
Por su parte, la alianza liderada por kurdos perdió a 164 personas en ataques de las fuerzas turcas y del EI durante los últimos doce meses, según la nota.
"El año 2022 ha sido el más sangriento y el más dañino para la población en términos materiales y físicos desde la invasión turca contra las regiones de Tal Abiad y Ras al Ain en octubre de 2019", alertó la coalición armada, en referencia a la última ofensiva transfronteriza lanzada por Ankara.
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En noviembre Turquía lanzó una campaña de ataques contra el norte de Siria y amenazó con lanzar una nueva gran operación, en respuesta a un mortal atentado en Estambul del que acusó al principal componente de las FSD, las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), a las que considera terroristas.
De acuerdo con el balance ofrecido hoy, las fuerzas turcas cometieron este año cerca de 17.600 violaciones de diversa índole en el noreste de Siria, entre ellas 120 bombardeos de drones, 43 ataques aéreos con cazas, y 17.433 disparos de artillería y armas pesadas de diferentes tipos.
Los kurdosirios denunciaron que el Estado Islámico aprovechó el desvío de atención hacia la confrontación de la amenaza turca para intensificar sus ataques en la región, donde perpetraron 176 actos terroristas, incluidos atentados suicidas y colocaciones de artefactos explosivos improvisados.
"Los ataques del EI en 2022 reflejan cambios en sus tácticas en un intento de demostrar su fuerza y reactivar las tendencias extremistas entre sus elementos y células, después de que perdieran la esperanza en el periodo previo", advirtieron las FSD, aliadas de la coalición internacional antiyihadista liderada por EE.UU.
La formación terrorista fue derrotada territorialmente en Siria en marzo de 2019, pero todavía mantiene células en activo en varias áreas del desierto de Badia y otras controladas por los kurdos.