Según cálculos de encuestas de opinión publicadas este lunes por las agencias Ipsos y I&O Research, el Movimiento Campesino-Ciudadano (BBB, en sus siglas en neerlandés) podría obtener alrededor del 12,4 % de los votos, lo que pondría a ese partido de centroderecha en segundo lugar, detrás de los liberales de Mark Rutte (VVD), que seguirán centrando casi el 15 % de los apoyos en el país.
Además, los socialdemócratas PvdA y los verdes Groenlinks, que obtendrían alrededor del 7% y el 10 % respectivamente, se han comprometido a unir fuerzas y formar un único grupo cuando los consejos provinciales que resulten de estos comicios elijan en mayo la composición del Senado neerlandés, que tiene 75 escaños.
No obstante, la encuesta de I&O muestra que un 25 % de los votantes neerlandeses aún no saben a quién votar, a dos días de las elecciones.
Las encuestas muestran que BBB será el partido más grande en cinco provincias de la mitad norte de Países Bajos (Drente, Güeldres, Overijssel, Groninga y Frisia), regiones en las que el democristiano CDA, del ministro de Exteriores Wopke Hoekstra, es tradicionalmente el partido de los granjeros, lo que le augura un golpe duro en las elecciones.
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La extrema derecha también será protagonista en esta cita electoral: el Partido por la Libertad (PVV), de Geert Wilders, ampliará su apoyo, después de perder votos en las elecciones de hace cuatro años a favor de Foro para la Democracia (FvD), grupo de ultraderecha que se ha derrumbado desde 2019 con su radicalización y teorías de la conspiración en la pandemia.
FvD que obtuvo el 14,5 % en las últimas elecciones provinciales y le arrebató la mayoría a la coalición de gobierno de centroderechas liderada por Rutte podría contar solo con un 3 % de los votos en esta ocasión. JA21, una escisión de FvD, podría lograr el 5 % de los votos.
Los debates electorales se están centrando en temas delicados como la pobreza y la reducción del poder adquisitivo por la alta inflación, la crisis de vivienda, los problemas migratorios y de los centros de recepción de refugiados, el cambio climático, las emisiones de nitrógeno, las consecuencias de los terremotos por la extracción de gas en Groninga y la carga impositiva para las grandes empresas.
El resultado de estas elecciones, a las que concurren decenas de partidos nacionales y regionales, es crucial para el actual gobierno, porque no tiene mayoría en el Senado y del resultado depende que la coalición pueda sacar adelante las políticas de migración y nitrógeno.
Hasta ahora ha contado con el respaldo puntual y negociado del bloque de izquierdas PvdA-GroenLinks.
